El aborto sí tiene secuelas, a pesar de que muchos intenten venderlo como algo simple y sin efectos perjudiciales para la salud. Por eso no es baladí que la Consejería de Sanidad de Madrid haya abierto un expediente sancionador contra seis de los siete centros de abortos que hay en la región (entre ellos, Dator y El Bosque), denunciadas por Abogados Cristianos por violar la legislación sanitaria madrileña al negar públicamente las posibles secuelas (así se puede ver en la siguiente imagen).
Clínica Dator
También hay que poner la vista en la justicia madrileña, que ha condenado a una ginecóloga por las secuelas provocadas a una mujer a la que le perforaron el intestino en un aborto inducido. “En la intervención del aborto no son infrecuentes las infecciones, los desgarros y hasta las extirpaciones de útero”, dice Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos. “Estos centros están utilizando el engaño para su beneficio económico mostrando con ello un desprecio absoluto por la salud de las mujeres”, añade.
Declaraciones que deberían tener eco para que el aborto no se vea sólo, como quieren algunos, como un derecho de la mujer sino como lo que realmente es: poner fin a la vida de un ser humano y encima, en algunas ocasiones, con efectos secundarios para la madre.