El Grupo Cortefiel cambia de nombre: pasa a llamarse Tendam, un paso más en una estrategia que dura ya dos años, cuyo objetivo final es salir bolsa, algo que no fue posible hace dos años, y escapar. Es lo que está en mente de los dos fondos de inversión que quedan en el capital, CVC y Pai Partners, después de la compra de un 33% a Permira, que desistió del empeño y abandonó el barco.
Ese fue el sentido del relevo en la cúpula ejecutiva, en agosto de hace dos años, en una situación crítica por la falta de liquidez y el elevado endeudamiento. Jaume Miquel, actual consejero delegado, sustituyó entonces a Berta Escudero.
La valoración del grupo es de 1.000 millones, frente a los 1.440 que pagaron en 2005 a la familia Hinojona
La idea de Miquel era clara: reflotar el grupo y dirigirlo hacia la bolsa, en la que cotizó de 1994 a 2006, un año después de que los tres fondos de capital riesgo compraran Cortefiel a la familia Hinojosa, por 1.440 millones de euros.
Sin embargo, la última valoración de la compañía, tras la salida de Palmira, fue de 1.000 millones, con todas sus marcas: Cortefiel, Pedro del Hierro, cuya previsión hace dos años era reducción y cierre ordenado, Women’secret, la estrella, Springfield y Fifty.
Eso y una fórmula poco acertada es lo mismo (por querer emular a Zara), al tiempo que consta las dificultades para rentabilizar su inversión, con un epílogo ingrato, una deuda, en 2016, de 1.172 millones (diez veces el beneficio bruto de explotación).
Los fondos han fracasado en el negocio: por eso Permira abandonó el barco
Esa deuda, ahora, está en 556 millones, gracias a la aportación de los fondos, y la salida a bolsa está prevista con los primeros resultados en verde desde 2014. Hasta el 30 de noviembre de 2017, el Ebitda fue de 111 millones, tras mejorar un 82%.
En guión de los fondos, en cualquier caso, es lo único que no ha cambiado desde su entrada: desguace, como se ha visto con la venta de activos inmobiliarios, y dar el pase después, cuando ya han ganado lo pertinente. En ese caso, sin embargo, las previsiones se han torcido. Han intentado vender el grupo, sin éxito porque pedían demasiado, y ahora vuelven a intentar la bolsa, que antes no pudieron por la pérdidas.