- El drama financiero se agudiza tras pérdidas en 2017 (254,5 millones) y el desplome de la cotización (12%).
- Las gestiones de Fidentiis y Rothschild no prosperan y la ingeniería asturiana cada vez vale menos.
- Sale a la luz el deterioro de los activos en Costa Rica, Bélgica y Argentina, mientras se le escapan contratos.
- La deuda creciente agrava la negociación con los bancos acreedores y la única salida es un mayor ajuste.
A la delicada situación de Duro Felguera se unen ahora sus malos resultados 2017, conocidos con retraso, con pérdidas de 254,5 millones, frente a los 18,19 millones de 2016 -cuando, entre la negociación con la banca, se planteaba la necesidad de un consejero delegado-. Suma así tres años en números rojos. La situación en el año turbulento transcurrido ha empeorado, en consecuencia, en todos los registros -derivado del parón en la actividad-, lo que tambalea el valor en bolsa, con pérdidas superiores al 12%. La ingeniería asturiana redujo sus ingresos un 12%, hasta 624,1 millones y el Ebitda cambia de rumbo, de positivo a negativo, en 173 millones. Pero invertir esa tendencia depende del principal requisito de la banca acreedora: un fondo comprador con el que materializar la ampliación de capital de entre 100 y 125 millones, algo en lo que las partes singuen a la espera, a pesar de las gestiones de mediación encomendadas a Rothschild, para un socio, y Fidentiis, para la ampliación. Dicho de otro modo, mientras eso no se consiga, todo lo demás se tambalea y la empresa vale cada vez menos, lo que aumenta el riesgo de caer en un fondo buitre, oportunista, que espera el momento para lanzarse a los activos. De ese punto, esencial, depende lo demás: que el acuerdo siga adelante para reducir la deuda, que suma otros 45 millones, hasta 271,9, reequilibrar los fondos propios, obtener liquidez para pagar las nóminas y ejecutar el plan de negocio acordado. Pero como señala la propia empresa, al informar de los resultados, no ha encontrado el socio que necesita, y todo queda, de momento, en "acercamientos, visitas y due-diligences de diversas sociedades". En los resultados, además, hay sorpresas, que han impactado en el Ebitda, como el retraso en la entrega de una planta de Costa Rica (15 millones), el mayor coste de una planta en Bélgica (18 millones), la provisión de 15 millones por Vuelta de Obligado, un cáncer desde hace años y los importes por litigios (57 millones). La única alternativa, en el mientras tanto, es el plan de ajuste puesto en marcha, para reducir gastos, o las desinversiones, como la venta de dos edificios de oficinas de Madrid y Las Rozas (liquidez adicional de 7 millones por el presidente Acacio Rodríguez (en la imagen), mientras sigue analizado otras ventas. Rafael Esparza