Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
Sin solución de continuidad las grandes corporaciones están aprovechando esta semana previa al puente de mayo para presentar sus cuentas del primer trimestre de 2017. Las de Iberdrola han estado acompañadas del ruido mediático provocado por su filial brasileña Neoenergia, que se encuentra inmersa en un gran jaleo de opas y contra opas con Enel, ambas en lucha por hacerse con la local Eletropaulo, la mayor red distribuidora de electricidad en Brasil.
La batalla no parece gratuita pues el que consiga esta perla se hará, entre otros, con unos 7,2 millones de puntos de suministro, más de 43.000 kilómetros de líneas o unos 18 millones de población servida. Además, que como veremos enseguida, Neoenergia, y con ella Brasil, se está convirtiendo para la compañía de Ignacio Sánchez Galán en estratégica, junto con la estadounidense Avangrid.
El beneficio ha superado las expectativas: crece un 1,2%, a 838 millones, sin el ‘extra’ de 250 millones, en 2017, por Gamesa
Hecha esta introducción, vamos a por la música, que para Iberdrola parece que en este trimestre suena a celestial, ya que, para empezar, las expectativas de los analistas especulaban con un beneficio neto de unos 805M€, pero la cifra final real ha sido de 838 millones de euros (M€), un 1,2% más en términos comparativos respecto a los 827,6M€ anteriores.
Aquí hemos de puntualizar que los resultados del 2017 recogen un resultado extraordinario de 250M€ procedentes de la fusión de Gamesa con Siemens Wind.
El Ebitda se reparte geográficamente en España (38,4%,) México (23,1%), Reino Unido (22,8%) y Brasil (12,2%)
Vamos a ver con un poco de detalle cómo se ha llegado a esta cifra que Galán ha calificado de excepcional y que se empieza a cimentar desde el crecimiento del 12,8% de su margen bruto (4.008M€). La consolidación de Neoenergia aporta 380M€, que sirven para compensar el impacto de los tipos de cambio (-221M€), mientras los negocios de redes, 1.975M€, y Generación y Clientes, 1.079M€, el 76% del resultado.
El aumento del 9% del gasto operativo ha estado justificado también por la consolidación de Neoenergia. Sin ella, el gasto de este ejercicio sería casi el mismo del anterior.
Además, si añadimos la carambola de un considerable descenso del 10,3% en tributos por algunas reformas, como la que ya influyó en el pasado ejercicio a los resultados de EEUU la reforma Trump, y el descenso en los impuestos de generación en España. Así, así el Ebitda sólo puede presentarse con un emoticono de sonrisa en forma de un incremento del 24% respecto a 2017.
La distribución geográfica del Ebitda es del 38,4% en España, el 23,1% en México, 22,8%, Reino Unido y 12,2% Brasil.
La consolidación de la Neoenergia aporta 380M€, protagonista de la ‘batalla brasileña’ que Iberdrola quiere ganar
Voy a parar un momento, que parece que esté haciendo un artículo patrocinado por Iberdrola, con los resultados financieros, que continúan siendo el talón de Aquiles en la gestión de la compañía. El gasto financiero se ha visto incrementado en 123,3M€ (+24,5%), lo que nos lleva a un resultado financiero negativo de 288,6M€, un 40% más que en 2017. La integración de Neoenergia ha restado 52M€ y el incremento en 46 puntos básicos del coste de la deuda y el impacto de la IFRS9, la norma contable, han hecho el resto.
Hay que hacer un especial énfasis en el incremento de la deuda neta en 3.371M€, ahora en 33.131M€, en gran parte afectado por la reorganización corporativa en Brasil donde, como ya hemos visto, la compañía parece estar echando el resto. Con esto el ratio de apalancamiento se eleva al 43,6% que es un porcentaje más que considerable.
Las perspectivas de la compañía son de una exultante positividad, prevén llegar a los 3.000M€ de beneficio neto en este ejercicio por un inmejorable comportamiento en todos los negocios. Pero… primero hay que ganar la batalla de Brasil y no dejarse en ella todas las plumas.