Manuel Polanco, en su primera Junta como presidente no ejecutivo. RISA: Cebrián, en la sombra y más incentivos a directivos.
Este miércoles, en la Junta de PRISA ha habido pocas sorpresas, aunque se ha notado que la sombra de Juan Luis Cebrián es alargada. Janli, ya sin poderes ejecutivos, ha vigilado los acontecimientos desde la primera fila del patio de butacas, viendo cómo los accionistas aprobaban todos los acuerdos, entre ellos, los planes de salvamento y reestructuración financiera que se han realizado, así como un nuevo plan de incentivos a medio plazo del equipo ejecutivo.
Esta ha sido una de las pocas novedades, además de la renuncia de John Paton como consejero. Dicho Plan durará hasta 2020 y supone la entrega de acciones (unos 11,2 millones, lo que supone aproximadamente el 2% del capital), ligada a la evolución del valor bursátil y a la consecución de objetivos, a 20 beneficiarios (cifra que podría aumentar en casos excepcionales). Estos son: el Ceo, Manuel Mirat; altos directivos miembros del comité de dirección y otros directivos de PRISA o de sociedades donde posea el 50% o más del capital social.
Por ahora, son 20 beneficiarios: el Ceo, altos directivos miembros del comité de dirección y otros directivos de PRISA y filiales
Manuel Polanco, en su primera Junta como presidente no ejecutivo, ha destacado que es el consejero más antiguo (silla que ocupa desde hace 17 años). Al inicio de su discurso, ha recordado a su padre, Jesús de Polanco, “el fundador y el gran impulsor” del grupo; su hermano Ignacio y a su antecesor en el cargo, Janli. “Todos ellos construyeron un grupo empresarial líder en educación y en información en el mundo de habla hispana y portuguesa”, ha afirmado, olvidando que Cebrián les ha llevado a la ruina en más de una ocasión.
Polanco ha subrayado que quieren introducir innovación y transformación, conservando sus valores. Para ello “no podemos dar pasos en falso, no tomar las decisiones correctas por presiones financieras”, ha afirmado, destacando lo esencial que era reequilibrar el balance de PRISA. Algo que han logrado con la ampliación de capital, la refinanciación de la deuda y el programa de venta de activos. Claro que tras todos estos hechos hay una cosa clara: el Santander, o sea, Ana Botín, manda y Amber Capital, el principal accionista y fondo con el que tiene relación César Alierta, no tira la toalla.
Se descartó la venta de Santillana, que aporta el 78% del Ebitda del grupo, y esperan poder cerrar en breve la de Media Capital
El presidente de PRISA ha destacado que se descartó la venta de Santillana, que aporta el 78% del Ebitda y es el “negocio con mayor potencial de crecimiento y rentabilidad” del grupo, según Mirat. Mientras, la venta de Media Capital sigue en marcha y ya sólo falta obtener el visto bueno de la autoridad de competencia portuguesa, lo que podría suceder en las próximas semanas.
Polanco tampoco ha sido ajeno al contexto, reforzando la defensa de la libertad y la democracia. De hecho, ha destacado que ante el populismo, la posverdad, la lacra de la corrupción o los acontecimientos en torno a la intentona secesionista en Cataluña, “la defensa de la verdad y la independencia informativa serán los ejes de actuación prioritarios de los medios” del grupo.
En la Junta, donde han estado presentes 46 accionistas y 191 representados, ninguno ha solicitado intervenir. Eso sí, Mirat ha insistido en que el objetivo es devolverles con los resultados "el extraordinario esfuerzo y los múltiples sacrificios que llevan haciendo durante mucho tiempo" y para ello apuesta por un crecimiento rentable en España e Hispanoamérica. Veremos si lo consiguen.
La sombra de Cebrián es alargada... pero se va acortando.