Endesa dispara la deuda un 32,3%, en 1.655 millones, y paga en dividendos 1.463, en beneficio de Enel
Esta mañana, cuando he abierto la primera página de los resultados trimestrales de Endesa, he pensado lo que pueden llegar a influir “cuatro gotas de agua”, con la estructura de nuestra red de producción energética, en el resultado de una eléctrica. Ocurre, en el primer trimestre, con la presidida por Borja Prado, con una estructura curiosa y completamente contraria a la de 2017. Al mismo tiempo, queda claro de nuevo cómo exprime a la española su principal accionista, la italiana Enel.
El pasado ejercicio resultó bastante accidentado para el sector, con la crisis que cíclicamente provocan los ciclos hídricos de nuestra climatología. También por las soluciones imaginativas del ministro del ramo, como intervenir los precios del gas, vital para la generación eléctrica en momentos de sequía.
La deuda de Endesa empieza a ser ‘deuda siderúrgica’
Vamos con el resultado del trimestre, que ha sido realmente excepcional (¿o lo fue en sentido inverso en 2017?): 372 millones de euros, lo que supone un incremento del 47% respecto al marzo anterior.
Las claves del resultado las centra la compañía en las mejoras obtenidas en el margen de contribución, sustancialmente por la reducción en un 16% en los costes de las compras de energía a mayoristas, debido a la reducción del consumo de combustibles para la producción en el ciclo térmico.
Todo ello como consecuencia de la excepcionalidad de producción hidrológica de este principio de año. Así de fácil, gracias a las lluvias, ya que los ingresos se redujeron en un 1% interanual con una cifra de 5.169 M€ (millones de euros), con una incidencia clara de las fechas de la Semana Santa que han influido en el consumo mayorista.
Pero, como clara compensación, los aprovisionamientos y servicios se elevaron a 3.754M€, esto es, 233M€ menos que el 2017, principalmente por la disminución en 239M€ (-16%) de las compras externas de energía y al ahorro de un 3,7% en el consumo de combustible. Y todo ello ha dado como resultado un margen de contribución de 1.415M€ (+14,5%).
La contención de los costes de personal y de explotación, que solo crecieron 1M€ y los 10M€ más que en 2017 de amortizaciones y provisiones, han propiciado un resultado de explotación de 508M€ un 49,4% más que en igual trimestre de 2017.
La distribución del resultado obtenido muestra de forma clara que la Generación y Comercialización significan el 33% del resultado neto total. Ha crecido en 90M€ respecto a 2017, mientras que Distribución -65% del resultado- solo creció en 20M€.
Como siempre, esta es la parte que realmente le interesa al accionista mayoritario, la italiana Enel. Para ellos, el resto del balance tiene significado solo en la línea de balance del efectivo, desde que su Consejo de Administración aprobó en noviembre de 2017 la política de remuneración al accionista hasta el 2020.
Objetivo: intermediar con la mínima inversión posible
Decidió dedicar a este menester el 100% del resultado neto y así seguir rentabilizando su inversión sin importarle que la deuda. La deuda financiera bruta está en 6.294M€, un 17% más que en 2017, mientras que la deuda financiera neta ha crecido un 21,3%, con un motivo principal de 741M€ por el desembolso del dividendo a cuenta del 2017 pagado en enero.
De la deuda, el 64% tiene vencimientos más allá del 2021, por lo que la preocupación por continuar con esta política de dividendos es cero. La liquidez ha descendido también en un 14,5% respecto a 2017, situándose en 2.987M€, de los que medios líquidos y efectivo sólo suponen el 8%. El resto son disponibles en líneas de crédito y entre éstas, 1.000M€, el 36%, corresponden a una línea con una filial de Enel (vamos casi el 40% de la liquidez en la misma cesta).
Parece clara la intención de Endesa, en función de sus planes para los próximos tres años. Se trata de potenciar los márgenes de comercialización, centrarse en la distribución, con adquisiciones de pequeñas empresas, en especial en Portugal, donde le vencen algunas concesiones, compras de carteras de clientes y servicios añadidos. Vamos, intermediar con la mínima inversión posible.