2020 fue un mal año para la fabricación automovilística en España, según se refleja en el último informe anual de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) presentado este martes. Y es que el resultado neto de sus fabricantes y empresas asociadas se desplomó un 78,8%, hasta 189,8 millones de euros, y los ingresos bajaron un 12,8%, a 59.987 millones.

Todo ello por culpa del Covid-19, que provocó, como saben, fuertes descensos en matriculaciones (-31,3%, a 1,03 millones de unidades), producción (-19,6%, a 2,27 millones de unidades) y exportación (-16,6%, a 1,59 millones de unidades). Algo en lo que influyó notablemente el cierre temporal de la actividad comercial y de la producción en los primeros meses del estado de alarma. La pandemia también tuvo repercusión en la recaudación fiscal de la automoción que se situó en 25.645 millones, un 16,8% inferior a la de 2019, sobre todo, por la caída del mercado que supuso una descenso del 26,8% en la recaudación del IVA y también en la del consumo de carburantes.

Anfac mantiene su previsión de cerrar el año con 925.000 matriculaciones, porque a pesar de que espera un impacto positivo de la suspensión del Impuesto de Matriculación, el primer trimestre fue peor de lo esperado

A pesar de estas malas cifras, las fábricas españolas emplearon a 69.580 personas (y cada empleo directo generó cuatro indirectos), cifra que se mantuvo con medidas de flexibilidad laboral, y la inversión estuvo en el entorno de la media de los últimos cinco años, aunque fue de 1.930 millones, un 31% inferior a la de 2019. Datos que son “reflejo del durísimo impacto de la crisis del coronavirus sobre la industria de la automoción”, ha señalado José López-Tafall, director general de Anfac.

Una pandemia que ha llegado justo cuando el sector atraviesa una gran transformación, optando cada vez más por la electrificación. Pero los vehículos electrificados (eléctricos e híbridos) aún representan una parte muy pequeña: su cuota de mercado es del 4,2%. Además, hay que impulsar el despliegue de infraestructura de recarga, porque 2020 cerró con 8.545 puntos, e impulsar la modernización del parque automovilístico español, cuya edad media es de 13,11 años.

Y si 2020 fue complicado, 2021 no está siendo mejor debido a la incertidumbre, la débil demanda y la crisis de chips, la cual está teniendo un impacto elevado en la producción y que se mantendrá hasta 2022. Anfac mantiene su previsión de cerrar el año con 925.000 matriculaciones, porque a pesar de que espera un impacto positivo de la suspensión del Impuesto de Matriculación, el primer trimestre fue peor de lo esperado; eso sí, no ofrece una de la producción por la incertidumbre. López-Tafall ha subrayado que “el sector de la automoción es una joya de la economía española” y debe seguir siéndolo.