El adelanto electoral al 23-J ha supuesto que más de 60 leyes se queden pendientes (entre ellas, la Ley ELA) y quede en cierta pausa la gestión de nuestro país, pero tampoco será bueno para la crisis del automóvil que no cesa. Wayne Griffiths, CEO de Seat y presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha advertido que al bajo apoyo del Gobierno al sector se une mayor incertidumbre y que aún será mayor si tras la cita con las urnas no hay un gobierno nuevo lo antes posible.
Así lo ha referido al participar en la reunión anual del Cercle d’Economía, tal y como recoge El Mundo, donde ha urgido a que se lance la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico y conectado (PERTE VEC) antes de las elecciones, pues “es muy importante para nosotros porque tenemos que tomar decisiones importantes sobre inversiones”. Héctor Gómez, ministro de Industria, Comercio y Turismo, le ha traslado que la convocatoria llegará en junio, pero resulta difícil de creer porque su predecesora, Reyes Maroto, afirmó que estaría lista en el primer trimestre. Además, no se puede olvidar que en la primera convocatoria del PERTE VEC quedaron desiertos casi 2.200 millones de euros de los 2.975 millones disponibles ni tampoco que hace meses el grupo Volkswagen (dueño de Seat) chantajeó al Gobierno Sánchez y al final aceptó las ayudas del primer PERTE... a cambio de más dinero.