En esto consiste la reestructuración del sistema bancario: en unir dos bancos para reducir la plantilla. Se cumple siempre, tras operaciones grandes, como la de Caixabank-Bankia, o tras operaciones más modestas, como la de Abanca con Bankoa y Novo Banco.

El banco que preside Juan Carlos Escotet ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para enviar a 370 empleados a su casa, que son 40 menos que los 410 que sumó el grupo tras comprar Bankoa (260) y Novo Banco (150).

De los 370 afectados, 230 serán prejubilaciones y 140, bajas incentivadas o forzosas. La indemnización será de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Si la adscripción es voluntaria y dependiendo de la antigüedad del empleado, la indemnización podría incluir dos años adicionales.

En cualquier caso, no se podrán apuntar voluntariamente a las bajas incentivadas los mayores de 50 años. Abanca ya tiene el mapa de las 140 bajas: 87 en Madrid, 37 en Guipúzcoa, 6 en Valencia, 3 en Vizcaya y Asturias, y 2 en Sevilla y Málaga.