La compañía gallega de moda ha finalizado el ejercicio 2021 (cerrado el pasado 28 de febrero) todavía sin recuperar los niveles de venta previos a la pandemia, registrando unas pérdidas de 9,3 millones de euros, y un beneficio bruto positivo de 0,4 millones de euros, dejando atrás los números rojos del año 20/21, cuando el ebitda se situó en los -6,8 millones de euros.
Adolfo Domínguez sigue sin volver a niveles pre-covid, sus cifras son peores a los números logrados previos al impacto de la pandemia, cuando registró pérdidas de 8,3 millones de euros en el ejercicio 2019-2020.
En lo que respecta a las ventas, la compañía alcanzó los 92 millones de euros, lo que supone un 39,5% superior a 2020-2021, aunque todavía siguen por debajo de los 114,7 millones de euros previos a la pandemia. La firma comenzó a recuperar rentabilidad entre septiembre y febrero, Adolfo Domínguez registró un ebitda positivo de seis millones de euros y un beneficio neto de 1,5 millones de euros y confían en seguir en la senda positiva los próximos meses.
Buenas noticias para la firma en su venta online, que se ha triplicado en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 13 millones de euros el pasado ejercicio, el mismo importe que un año atrás. En total, representan el 14% del total de ingresos, y son un 20% superiores a la a los datos registrados antes de la pandemia.
En el último año, la empresa ha hecho fuerte su apuesta hacia el extranjero y ha ampliado su red de distribución con la apertura de 24 puntos de venta: Adolfo Domínguez cuenta con 348 establecimientos, de los cuales el 53% está en el extranjero.
Por mercados, el mayor crecimiento del grupo se ha registrado en México, donde las ventas han subido un 67%. En Europa, se han elevado un 44%, mientras que en Japón un 3,4%. En el resto del mundo, los ingresos de Adolfo Domínguez se han elevado un 26%.
La firma contaba con una posición financiera neta negativa de 1,7 millones de euros y una tesorería de 15 millones de euros. “La empresa no es que tenga una losa encima, ni mucho menos”, ha señalado Adriana Domínguez, consejera delegada y presidenta de la empresa.
A la presentación de resultados le ha acompañado la noticia de un nombramiento. Antonio Puente, hasta ahora director general, quien ha sido designado como consejero delegado. Adriana Domínguez continuará liderando la compañía como presidenta ejecutiva, “la dirección continuará siendo bicéfala, con Antonio centrado en el hoy, y yo centrada en la estrategia y en el mañana”. Su incorporación se someterá a votación en la junta de accionistas el próximo 31 de mayo. Actualmente, la familia continúa con un 31,5% del capital.
Puente se incorporó a Adolfo Domínguez en 2015 como director financiero de la filial de la compañía en Japón, llegó a dirigir el negocio en la región. En 2016, se trasladó a Ourense como director de control de gestión del grupo, en 2017 fue nombrado director de operaciones y en 2019 fue ascendido a director general. Además, trabajó como responsable financiero para el mercado japonés de las marcas Inditex y Coach.