Asamblea de la AEB. Su presidente, Alejandra Kindelánpresenta las cifras del mejor año bancario de la última década. Más aún: el mejor año bancario desde la crisis de 2007. Todavía más: el mejor año bancario en lo que llevamos de siglo. Miren las cifras de la patronal bancaria: el margen bruto del sector ha superado los 100.000 millones de euros, mientras el resultado atribuido es de 23.000 millones de euros. 

Todo ello con una morosidad controlada, en mínimos, y con un ROE que se aproxima al coste de capital (aunque nadie sabe cuál es coste de capital se establecen consensos, que si quieres los aceptas y si no, no) y un ROA en ascenso aunque no en exceso. Los fondos propios están por encima de las exigencias europeas y, en cualquier caso, lo que importa es la solvencia pero a la solvencia sólo se llega vía rentabilidad.

La plantilla vuelve a crecer pero, eso sí, la banca sólo ficha informáticos

La banca española, en definitiva, va bien porque los tipos de interés han subido y la morosidad ha bajado. Y también marcha viento en popa por otra razón: porque es banca doméstica, no banca de inversión, la obsesión de tanto banquero que no se da cuenta de que para ser un grande entre los grandes, en la liga de la banca de inversión, hay que tener dos cosas: mucho dinero y gusto por las montañas rusas.

Por otra parte, ha sido un año donde la banca ha vuelto a fichar personal. Ha crecido en 13.000 personas, tras lustros de reducción pero de esa cantidad, 11.000 han sido nuevos trabajadores en sucursales o filiales en el extranjero y 2.000 en España. 

El ambiente bélico que reina en Europa prejuzga que el crédito, hoy capado, se va a disparar. El análisis resulta un tanto peligroso

Además, de la gran mayoría de esos 2.000 no son economistas ni abogados, son informáticos. La banca digital es como la prensa digital: todo el mundo sabe que vamos hacia ello pero es peligroso llegar los primeros, porque te puedes quedar sin lo antiguo antes de que lo nuevo funcione. Además, la banca digital ahorra costes -salvo en la inversión primera- pero no asegura un aumento de los ingresos. Vamos, que la banca digital aún no es rentable.

Conclusión; continúa haciendo banca doméstica y presencial como núcleo principal de tu actividad y no fuerce el cambio: vendrá él solo.

La banca digital ahorra costes -salvo en la inversión primera- pero no asegura un aumento de los ingresos. Vamos, que la banca digital aún no es rentable

¿Y el crédito? El crédito anda mortecino pero el ambiente bélico que reina en Europa prejuzga que el crédito, hoy capado, se va a disparar. El análisis resulta poco riguroso pero los bancos ya piensan en financiar una Europa que necesita crecer con fuerza, para no quedarse emparedada entre Estados Unidos y China.

Para ser un banco de inversión hay que tener dos cosas: mucho dinero y gusto por las montañas rusas

Y queda la unión bancaria europea, de la que se lleva hablando hace mucho tiempo, varios lustros, y donde se ha avanzado algo menos que poco: nada. Se supone que esa unión bancaria provocará fusiones trasnacionales pero ya ni tan siquiera los que promocionan esa unión paneuropea hablan de otra cosa que no sea una regulación común, ya la tienen, y una lucha común contra el blanqueo de dinero para luchar contra el narcotráfico y el terrorismo. De acuerdo, pero para eso no hace falta una unión bancaria, ¿verdad?