Decíamos que la pandemia del coronavirus ha puesto a muchas aerolíneas al borde de la quiebra, claro que algunas no se han quedado sólo en el borde. Tal es el caso de Alitalia, que desaparecerá el próximo 15 de octubre tras ser nacionalizada, y la relevará Italia Transporto Aereo (ITA), la cual será muchísimo más pequeña: por ejemplo, tendrá sólo 2.800 empleados, casi una cuarta parte de la plantilla actual (10.500).
Esto no gusta nada a los sindicatos, que critica que el modelo de ITA será el de una low cost. Y es que la reducción de pilotos será de casi un 63% y tendrán menos vacaciones, mientras los asistentes de vuelo pasarán casi a la mitad y tendrán un recorte salarial del 20-30%. Además, el plan de negocio, contempla aumentar la plantilla a un máximo de 5.750 empleos en 2025, pero eso supone 7.700 menos que los que actualmente emplea Alitalia.
ITA empezará a operar el próximo 15 de octubre con 52 aviones, que quiere ampliar a 80 a finales de 2022, y ofrece a los 250.000 viajeros que tenían billetes de Alitalia a partir de esa fecha a cambiar las fechas o el reembolso de los billetes
Recuerden que la aerolínea italiana estaba en manos del Estado desde 2017: en mayo de ese año entró en administración concursal después de que Etihad Airways se cansara de poner dinero en una de sus inversiones fallidas. Eso sí, llevaba sin beneficios desde 2002, cuando Silvio Berlusconi estaba ejerciendo su segundo mandato como presidente de Italia. Una situación delicada, pero el patriotismo italiano se negaba a dejarla caer y comenzó a buscar inversores tanto dentro como fuera de sus fronteras, pese a las ayudas millonarias el Covid agravó su crisis y se empezó a estudiar su nacionalización, que es lo que al final ha ocurrido, con el visto bueno de la Comisión Europea para reconvertirla en ITA. Esta nueva aerolínea empezará a operar el próximo 15 de octubre con 52 aviones, que quiere ampliar a 80 a finales de 2022, y ofrece a los 250.000 viajeros que tenían billetes de Alitalia a partir de esa fecha a cambiar las fechas o el reembolso de los billetes.
Paralelamente, la aerolínea australiana Qantas sigue en pérdidas: 1.066 millones de euros en su último año fiscal, que cerró el pasado 30 de junio, y refleja el impacto de que el país tenga las fronteras internacionales y de más de 330 días de restricciones de viajes nacionales. “Las condiciones comerciales han sido francamente diabólicas”, ha subrayado el CEO, Alan Joyce.
Eso sí, los números rojos un 11% inferiores a las registradas hace un año y el Ebitda subyacente ha sido de 252 millones. Asimismo, Qantas ha logrado reducir la deuda neta a 3.639 millones y cuenta con una liquidez de 2.344 millones que “proporciona un amortiguador contra la incertidumbre”. Además, prevé retomar los vuelos internacionales a destinos seguros (Singapur, EEUU, Japón, Reino Unido y Canadá, probablemente) a mediados del próximo diciembre.