AmRest, la cadena de restauración que posee varias marcas propias (La Tagliatella, Bacoa, Sushi Shop y Blue Frog) y también opera franquicias de otras (KFC, Starbucks, Burger King y Pizza Hut), se ha atragantado por culpa de Rusia y ha recibido castigo bursátil: su cotización cae casi un 5%. Y es que ha tenido unas pérdidas de 33 millones en el primer semestre por el deterioro de su negocio ruso tras el inicio de la guerra en Ucrania, a pesar de haber disparado las ventas y de elevar el resultado bruto de explotación (Ebitda).
La cadena de restauración que controla en un 67,047% el ingeniero industrial y magnate mexicano Carlos Fernández, fundador de la sociedad inversora Finaccess, tiene entre sus marcas propias a La Tagliatella. Recuerden que la creó el sevillano Juan Manuel Chacón en Lérida y tuvo su origen en el restaurante italiano Trastevere fundado en 1985, se expandió por toda España bajo dicha franquicia, pero la vendió en 2006 por unos 70 millones, y después, en 2012 y 2015, lanzó dos nuevas marcas de cocina italiana (La Piemontesa y Pani&Pasta), respectivamente.
“Vigila de cerca el posible impacto en sus operaciones actuales y futuras”, tras haber interrumpido inversiones, traspasado locales de PizzaHut a un operador local y pérdidas por deterioro en KFC Russia
AmRest ha disparado sus ventas un 31,7% en el primer semestre, hasta 1.112,7 millones. De estas, España ha aportado unas ventas de 138,5 millones, lo que supone un 12,4% más, gracias a la progresiva vuelta al consumo en sala que continúa favoreciendo los niveles de actividad. Sin embargo, en China, las ventas han caído un 25,4%, a 35,7 millones, por los rebrotes del Covid-19 y las restricciones. Por su parte, el Ebitda ha ascendido a 176,1 millones (+14,5%).
AmRest ha cerrado junio con 2.382 restaurantes (propios y franquicias), tras traspasar 59 locales de PizzaHut en Rusia a un operador local el pasado mayo. También ha tenido unas pérdidas por deterioro de 52,9 millones en su negocio KFC Russia, y con las inversiones interrumpidas en el país de Vladimir Putin, “vigila de cerca el posible impacto en sus operaciones actuales y futuras”. Eso sí, no se puede olvidar que tuvo un beneficio global de 900.000 euros en el primer trimestre y que en el conjunto de 2021 recuperó las ventas preCovid.