Los títulos del Santander cerraron 2013 en 4,28 euros por acción y cuando Ana Botín asumió la Presidencia de la entidad -septiembre de 2014- la cotización rondaba los 5,40 euros. El banco valía más de 68.700 millones de euros en bolsa.
Actualmente, y después de varias ampliaciones de capital, dividendos varios y la absorción del Popular, la entidad cántabra vale 48.034 millones de euros en bolsa, un 6,7% menos, y las acciones se intercambian a 2,77 euros, un 35,3% menos que a comienzos de 2014.
Es una caída considerable y que compara mal con su más directo rival. Las diferencias con el BBVA, no obstante, se mantuvieron más o menos sin variación hasta 2017. Así, los títulos del banco que presidía Francisco González (FG) estrenaron el año 2014 a 6,21 euros por acción, y en septiembre de ese año, cuando Botín fue nombrada presidenta, se compraban a 6,88 euros cada una. La capitalización bursátil del banco azul rondaba entonces los 40.500 millones de euros que se han reducido hasta los 34.600 millones con los que cerró el jueves. Es una caída del 3,8%. Desde 2014 hasta el cierre del jueves -el viernes perdieron el 2,7%-, las acciones del BBVA han caído un 16,5%.
Si se fijan, en general, tanto la capitalización como la cotización de las acciones de ambas entidades van casi a la par. Suben y bajan casi al mismo tiempo y con una intensidad prácticamente idéntica. La diferencia pasa a ser más amplia desde comienzos de 2017, es decir, durante el año de la absorción del Popular, que se llevó a cabo en la madrugada del 6 al 7 de junio de 2017.
Toda la ventaja sobre el banco que actualmente preside Carlos Torres se vino abajo, sin embargo, con el estallido de la pandemia, en marzo de 2020. Nunca antes, desde 2014, había estado tan cerca el valor de la acción de ambas entidades. Y es que la del Santander ha caído un 35,3% y la del BBVA un 16,5%.