Ha sido una semana difícil para Ana Botín, después de que Santiago Abascal publicara dos tuits acusándola de sostener económicamente al diario El País, vocero destacado de Pedro Sánchez y su Gobierno. La presidenta del Santander no ha contestado públicamente al líder de Vox, pero sí ha tomado una seria determinación: distanciarse de Pedro Sánchez, aunque sin abandonar su feminismo declarado, verdadero punto de unión entre ambos presidentes.

En cualquier caso, lo que comenzó con un par de mensajes se puede convertir en un sentimiento de rechazo, no sólo hacia su persona, sino hacia el banco que preside, y eso son palabras mayores.

El primer tuit de Abascal tiene fecha de 26 de mayo:

“Ana Patricia Botín se empeña en salvar a una empresa ruinosa, como la de El País… solo para que siga atacando a nuestra Guardia Civil y apoyando a un gobierno criminal”.

24 horas después, el líder de Vox volvía a la carga:

“Insisto señora Botín. Creo que a la inmensa mayoría de los accionistas y clientes del Banco Santander no les gusta que usted salga otra vez en auxilio del ruinoso El País cuando este sale en auxilio de Marlaska y pisotea el honor de nuestra Guardia Civil”.

 

 

Botín quiere distanciarse de Pedro Sánchez, no ya por su imagen personal, sino por su imagen empresarial. Apoyar a un Gobierno social-comunista, aunque sólo sea indirectamente, no es una buena carta de presentación en foros económicos y empresariales. Por eso, el banco intenta destacar las profundas discrepancias que mantiene con las políticas del Gobierno, principalmente en materia fiscal y laboral.

Mientras tanto, los fondos de inversión permanecen atentos a lo que ocurra.