Ana Palacio ha vuelto a advertir que “la energía barata se acabó” y que “la energía va a ser cara”. Ahora lo ha hecho en el 21 encuentro del sector energético organizado por IESE y Deloitte, titulado ‘Transición energética: ¡Sé utópico, consigue lo posible!’, al hablar sobre la última Cumbre del Clima (la COP 28) y que “dentro de esa visión ambiciosa, hay que ser pragmáticos”.
No son baladí estas palabras, porque la ex ministra de Asuntos Exteriores y profesora visitante de Edmund E. Walsh School de Georgetown Univ también es consejera de Enagás, un cargo por el que cobra 190.000 euros anuales. Ni tampoco es la primera vez que alude a que la energía barata tiene fecha de caducidad: lo hizo en octubre de 2022, en el 37º Congreso Aecoc de Gran Consumo. En aquel momento, explicó el trilema energético (seguridad de suministro, precio asequible y sostenibilidad) en Europa, una estrategia que desapareció en 2019 para priorizar la agenda verde y que volvió a retomar tras el inicio de la guerra en Ucrania.
El aviso de Palacio se debe a que todo lo verde es caro, como hemos referido múltiples veces en Hispanidad, a pesar de lo mucho que Teresa Ribera se empeña en ser cuanto más ecológica mejor. Y ojo, porque la vicepresidenta ecológica prefirió asistir a la presentación de un libro en lugar de al encuentro energético del IESE, en el que sí estuvo su esposo, Mariano Bacigalupo.
Por cierto las palabras de Palacio se dieron después de que EDP, Engie, Acciona Energía e Iberdrola insistieran en pedir estabilidad regulatoria e impositiva. La consejera delegada de EDP España, Ana Paula Marqués, volvió a reclamar “estabilidad regulatoria”, como hace un año en el mismo encuentro energético. Rafael Mateo, CEO de Acciona Energía, añadió la cuestión de que “no haya sorpresas” y pidió “estabilidad impositiva”, sobre todo porque se han puesto de moda impuestos en algunas comunidades autónomas para las renovables. Loreto Ordóñez, CEO de Engie España, insistió en destacar “el desacople entre la ambición política y la tramitación administrativa”. Y Mario Ruiz-Tagle, CEO de Iberdrola España, avisó sobre el peligro de convertir la transición energética en “una caja recaudadora” y subrayó que las empresas del sector de la electricidad en España soportan “ocho veces más presión fiscal que el gas”.
Por último, destacar que en su presentación en el último encuentro energético del IESE, la propia Palacio señaló “tengo un pasado nuclear (en alusión a su presencia en el Comité Ejecutivo de la compañía francesa Areva) y me ha causado problemas”. Eso sí, ese mismo día en X (antes Twitter) había mostrado su apoyo a la energía nuclear, como se puede ver en el siguiente mensaje que había reposteado. Esto tampoco gustará a Ribera.
La energía nuclear generó en 2023 más del 20% de la energía eléctrica de España 🇪🇸 con menos del 6% de la potencia instalada gracias a que funciona una media del 87% de las horas del año y a su enorme densidad de energía.
— Operador Nuclear (@OperadorNuclear) February 19, 2024
Cerrar las centrales nucleares, como pretende el… pic.twitter.com/KqyrYexWp2
Claro que cuatro días antes también respaldó el apoyo a la nuclear por parte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
The International Energy Agency (IEA) expressed support for nuclear power, and touted its benefits in terms of fully decarbonizing while maintaining grid reliability. (Article link in reply.)
— James Hopf (@HopfJames) February 16, 2024
Key quotes:
“While wind and solar photovoltaic are expected to lead the push to… pic.twitter.com/1uFCwPSwwD
Recuerden que la exministra es amiga de Alicia Koplowitz y era socia del despacho de abogados Palacio & Delgado hasta que este se tuvo que hacer cargo del divorcio de las hermanas Koplowitz: Palacio defendió a Alicia y Manuel Delgado al exmarido. Desde entonces Palacio creó el bufete Palacio y Asociados.