Antolin ha pisado el freno en los nueve primeros meses del año por la crisis mundial que vive la automoción, en especial, por la caída de la producción mundial. Y es que ha bajado sus ventas un 10,2% y ha tenido unas pérdidas de 11,6 millones de euros , aunque ha logrado elevar su resultado bruto de explotación (ebitda) un 6,6%.
El fabricante de componentes para el interior del automóvil, que es propiedad de la familia burgalesa Antolín, se ha visto afectado por el contexto de su sector, como le ha pasado a Gestamp (cuyo beneficio se ha hundido un 44%), pero no a CIE Automotive (que ha tenido nuevos récords de ingresos, ebitda y beneficio). Eso sí, Antolin ha logrado incrementar la rentabilidad gracias al estricto control de costes y la mejora de la eficiencia que impone su plan de transformación.
Los ingresos de Antolin han bajado un 10,2%, a 3.174,7 millones, debido a las caídas de la producción mundial y de las ventas de automóviles, dentro de un entorno del sector cada vez más desafiante y volátil. Por regiones, destaca su pujanza en el mercado asiático (589 millones, un 4% más), en especial en India; mientras en Norteamérica ha ingresado 1.038 millones (-14%) por menores pedidos y el fin de algunos proyectos de producción; y en Europa y el resto del mundo las ventas se han situado en 1.546 millones (-12%) por la venta de su planta en Ebergassing (Austria) y el fin de la producción de proyectos en Reino Unido.
En el tercer trimestre, la producción mundial de automóviles ha bajado un 4,9%, a 21,5 millones de unidades, según S&P Mobility, por lo que Antolin ha revisado a la baja sus previsiones de ventas para el conjunto del año al entorno de 4.200 millones
Sólo en el tercer trimestre, la producción mundial de automóviles ha bajado un 4,9%, a 21,5 millones de unidades, según S&P Mobility, por lo que Antolin ha revisado a la baja sus previsiones de ventas para el conjunto del año al entorno de 4.200 millones. Eso sí, estima que EEUU aumente su protagonismo debido a la puesta en marcha de nuevos proyectos.
Por su parte, el ebitda ha mejorado un 6,6%, a 265,4 millones, gracias a que el plan de transformación ha permitido compensar las menores ventas. El beneficio de explotación (ebit) se ha disparado un 25%, a 88,3 millones. Además, en el tercer trimestre, ha logrado incrementar su margen ebitda y su margen ebit hasta el 8,4% y el 2,7%, respectivamente, algo que es “clave para asegurar la fortaleza financiera”, como se destaca en la nota de prensa.
Claro que ante el desafiante contexto del sector, el resultado neto de Antolin no ha traído alegrías, sino unas pérdidas de 11,6 millones hasta septiembre, frente a los 6,6 millones que ganó en el mismo periodo del año anterior. Y la deuda financiera neta no se reduce, sino que continúa incrementándose y se ha situado en 1.241,3 millones, lo que supone un ratio de deuda sobre ebitda de 3,4 veces. La cifra de 1.241,3 millones al cierre de septiembre ha sido superior a los 917 millones del cierre de 2023, los 1.011 millones del primer trimestre de este año y los 1.036,8 millones del primer semestre. Eso sí, no hay que olvidar que ha hecho desinversiones por valor de 119 millones, lo que representa cerca del 80% del objetivo anunciado; y que el pasado verano cerró un acuerdo con los bancos para extender el vencimiento de un crédito sindicado de más de 500 millones y una emisión de bonos por 250 millones.
En paralelo, cabe recordar que este fabricante de componentes para el interior del automóvil con sede en Burgos está presidido por Ernesto Antolín Arribas y su prima Emma Antolín Granet es la vicepresidenta desde el pasado 1 de enero, cargo en el que cogió el testigo a su hermana María Helena Antolín Raybaud (en la imagen de la izquierda), actual presidenta del Consejo de Movilidad Sostenible de la patronal empresarial CEOE. Esto último no ha supuesto ningún cambio de estrategia, porque se sigue apostando por un control 100% familiar y una gestión compartida con un CEO, cargo que actualemente ejerce Cristina Blanco. El presidente, la vicepresidenta y la CEO forman junto a José Antolín Granet y Miguel Ángel Vicente el Consejo de Administración de una compañía que tiene 22.000 empleados en todo el mundo repartidos en 25 países entre 120 plantas productivas, centros Just in Time (los cuales se ubican junto a fábricas de los fabricantes automovilísticos y que permiten que Antolin sea el encargado de montar sus propios componentes en los vehículos) y 28 oficinas técnico-comerciales.