Grupo Antolin tuvo un peor 2022 que otras compañías de su sector, como Gestamp y CIE Automotive. Y es que tuvo unas pérdidas de 225,6 millones de euros por irse de Rusia y devaluación de activos, pese a elevar ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda), frente a los 260 millones de beneficio neto que obtuvo Gestamp y los 300,1 millones que ganó CIE Automotive.
El fabricante de componentes de interior para el automóvil que controla la familia Antolín perdió 225,6 millones en 2022, superando las de 84,3 millones que registró en 2021 y las de 143,9 millones de 2020. Los números rojos de 2022 se debieron a extraordinarios, como los efectos de salir de Rusia y la devaluación de activos.
Sin embargo, parece que la gestión de recursos ha sido mucho más positiva, porque el ebitda ha crecido un 5%, a 297 millones, gracias a las medidas de eficiencia y la optimización de costes, mientras el margen ebitda ha descendido ligeramente al 6,7%, frente al 7% del año anterior, y el grupo prevé que se sitúe en torno al 8% este año. Eso sí, dicho ebitda ha estado a bastante distancia del obtenido por Gestamp (1.210 millones) y a algo menos de CIE Automotive (633,4 millones), algo en lo que influye el tamaño de su negocio.
Grupo Antolin ha tenido un ebitda de 297 millones, inferior al de Gestamp (1.210 millones) y CIE Automotive (633,4 millones), pero en ingresos sí que ha ganado a está última
Por su parte, Grupo Antolin ha aumentado un 10% sus ingresos, hasta 4.451 millones, frente a los 4.055 millones del año anterior. Un sólido crecimiento en un entorno que estuvo marcado por importantes incertidumbres, como los problemas en la cadena de suministro y el empeoramiento de la situación macroeconómica ante las elevadas presiones inflacionistas y la subida de tipos de interés. Asimismo, la evolución fue mejor que la industrial mundial por la robustez de su negocio y la capacidad para adaptarse, y su esfuerzo comercial y la oferta de productos de más valor añadido le permitieron alcanzar un récord de captación de proyectos por valor de 7.000 millones,… y eso que la producción automovilística (+6%) aún es inferior a la preCovid. Los ingresos de Antolin han sido inferiores a los de Gestamp (10.726 millones, que crecieron un 32,5%), pero superiores a los de CIE (3.838,6 millones, que se incrementaron un 24,1%). Eso sí, la deuda financiera neta del fabricante automovilístico con sede en Burgos ha crecido, pasando de 759,9 millones a 844,9 millones, y superando también la cifra de 2020.
Grupo Antolin ha destacado que cerca de un 40% de los coches eléctricos que se vendieron en el mundo en 2022 llevaba sus componentes, dado que equipa a cerca de 600 modelos de vehículos (incluidos más de 100 que tienen tecnologías alternativas al motor de combustión). “Cerramos 2022 con una cartera de proyectos diversificada y amplia, que se está aprovechando del potencial de negocio que ofrece la nueva movilidad. Logramos así una importante base de crecimiento de futuro, mientras continuamos consolidándonos como el proveedor de referencia de los fabricantes de vehículos para el interior de sus coches”, ha señalado Ernesto Antolín, presidente del grupo, en el que su prima María Helena Antolín es la vicepresidenta (y también es consejera independiente de Iberdrola, cargo para el que opta a la reelección en la Junta de Acciónistas que se celebrará el viernes 28). Además, cabe recordar que el pasado mayo decidió impulsar su transformación con un nuevo CEO, puesto que pasó a ocupar Ramón Sotomayor, mientras sigue mandando la familia fundadora y principal accionista.