Saudi Aramco está aprovechando el alza del crudo y del gas y el aislamiento internacional a Rusia debido a la invasión de Ucrania y la guerra en dicho país. La petrolera que está controlada en un 98% por el Estado saudí ha logrado un beneficio trimestral récord de cerca de 38.000 millones de euros en el primer trimestre, un 82% superior al de hace un año, y casi ha duplicado sus ingresos, alcanzando los 20.800 millones.
Se trata de la petrolera más grande del mundo, que salió a bolsa el 11 de diciembre de 2019 y que acaba de superar a Apple como la empresa con mayor capitalización bursátil del planeta. Ahora se aprovecha del alza del crudo (el barril de Brent -de referencia en Europa- ha cotizado entre los 79 y los 113 dólares en el primer trimestre, alcanzando un máximo de 129,5 dólares a principios de marzo), que actualmente supera los 110 dólares, casi un 50% superior al de hace un año. Asimismo, se frota las manos con el encarecimiento del gas natural, que ha quintuplicado su cotización. Y aunque es cierto que Arabia Saudí destina la mayor parte de exportaciones a Asia, ahora tiene una gran oportunidad para hacer negocio con otros países que hasta ahora importaban hidrocarburos rusos… y no hay que olvidar que tiene grandes reservas de crudo y un bajísimo coste de extracción.
Tras un gran 2021, Aramco ha tenido un primer trimestre en el que no sólo ha ganado e ingresado más, sino que ha disparado su flujo de caja libre un 68%, hasta 36.690 millones. También ha rebajado el ratio de apalancamiento (pasando del 14,2% al cierre del pasado diciembre al 8%) y ha anunciado que repartirá unos dividendos de 18.000 millones en el segundo trimestre… y el Estado saudí está feliz, lógicamente. El presidente y CEO de Saudi Aramco, Amin H. Nasser, ha subrayado que siguen centrados en “ayudar a satisfacer la demanda mundial de energía que sea de fiar, asequible y cada vez más sostenible” y que “la seguridad energética es vital y estamos invirtiendo a largo plazo, ampliando nuestra capacidad de producción de petróleo y gas para satisfacer el crecimiento anticipado de la demanda y creando valor a largo plazo para los accionistas”.