Saudi Aramco ha logrado récord de beneficio trimestral y semestral, gracias al caro crudo. Sin embargo, Arabia Saudí no saldrá más favorecida, porque no se eleva el dividendo, sino que se mantiene estable.
La petrolera estatal saudí ha sacado provecho del encarecimiento del petróleo, como se ha visto en YPF, Disa, Occidental, Marathon y Ecopetrol, así como en los resultados presentados por Repsol, Cepsa, TotalEnergies, BP, Shell, Equinor, Eni, Pemex, ExxonMobil, Chevron y Petrobras. Ahora todas celebran los beneficios milmillonarios, tras las pérdidas milmillonarias que tuvieron en la crisis Covid.
Aramco casi ha duplicado su beneficio neto entre abril y junio, alcanzando los 47.158 millones de euros, por la fuerte subida de precios del crudo (en la que también ha contribuido la guerra en Ucrania), así como por la mayor demanda tras la pandemia. El beneficio neto de explotación (Ebit) también ha tenido un notable incremento, situándose en 86.391 millones.
Amin H. Nasser, presidente y CEO de Saudi Aramco, ha apuntado a la creciente demanda de los productos y confía en que la demanda de crudo siga al alza el resto de la década pese a las presiones económicas a la baja sobre las previsiones mundiales
En el conjunto del primer semestre, la petrolera estatal saudí, que es la más grande del mundo, ha ganado el récord de 85.644 millones, un 86,2% más que hace un año, y el beneficio operativo ha pasado de 88.300 millones a 159.968 millones. Unas notables mejoras que se deben a los mayores precios del crudo y volúmenes vendidos, así como a mayores márgenes de downstream (refino, transporte y comercialización). Y por eso en el tercer trimestre repartirá 18.317 millones en dividendos, manteniendo estable la remuneración trimestral de sus accionistas (entre ellos, el principal es el Estado saudí).
Amin H. Nasser, presidente y CEO de Saudi Aramco, ha apuntado a la creciente demanda de los productos y confía en que la demanda de crudo siga al alza el resto de la década pese a las presiones económicas a la baja sobre las previsiones mundiales. “Si bien la volatilidad del mercado global y la incertidumbre económica permanecen, los eventos durante la primera mitad de este año respaldan nuestra opinión de que la inversión continua en nuestra industria es esencial, tanto para ayudar a garantizar que los mercados permanezcan bien abastecidos como para facilitar una transición energética ordenada”.