Ya van cuatro años del Sanchismo en La Moncloa y los desastres se suceden: al económico y al pitorreo de las ayudas públicas, se suma el tema de Argelia. Eso sí, el Gobierno Sánchez se lava las manos en lo que respecta al suministro de gas natural, porque “hay relaciones contracturales”, en palabras de Teresa Ribera, pero ojo, porque el precio de dicho gas subirá.
Recuerden que desde que se conoció el cambio de postura sobre el Sáhara del Gobierno, una gran cobardía ante Marruecos que ya provocó el enfado de Argelia, se temían las consecuencias. Estas se han hecho esperar, pero llegaron justo cuando Pedro Sánchez explicaba dicho cambio en el Congreso de los Diputados: Argelia anunció que suspendía el Tratado de Amistad. ¡Qué casualidad! Y la primera consecuencia de esto ha llegado con el parón del comercio exterior con nuestro país, un intercambio comercial que no es baladí: supuso unos 3.852 millones de euros en exportaciones en 2019 -entre ellas, las de gas- y unos 2.906 millones en importaciones -coches, hierro, papel y material eléctrico, entre ellas-.
Hasta mayo, Argelia ha aportado el 25,3% del gas que consume España, pasando a ser el segundo proveedor, tras EEUU (35,4%), a pesar de que el gas natural licuado que llega en los buques metaneros cuesta más del doble que el que viene por el gasoducto Medgaz
Desde el Gobierno, Ribera ha referido que el suministro está garantizado porque “hay relaciones contractuales” y algunas de “al menos diez años”. Entre ellas, está el contrato de Naturgy con Sonatrach, que tiene vigencia hasta 2032, pero que desde hace unos meses afronta una revisión ordinaria de precios para los próximos tres años. Hace tres meses, Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy, ya señaló que “de Argelia podemos esperar que cumpla sus contratos”, aunque la revisión de precios no va a ser a la baja, que eran contratos a largo plazo con garantías hasta 2032 por un importe de unos 12.000 millones de euros y que estos permiten precios inferiores a los precios ‘spot’ (los de mercado diario de las materias primas) en el gas que Naturgy traslada desde Medgaz y que destina “a clientes residenciales e industriales”.
Este jueves, en el III Foro Internacional Expansión (en el cual la asistencia online costaba 100 euros y la presencial 1.000 euros), José Bogas, CEO de Endesa, ha deseado que Marruecos y Argelia “limen asperezas” cuanto antes y que las tensiones “no afecten al gas” argelino porque dicho país es uno de nuestros principales proveedores históricos. De hecho, en los cuatro primeros meses, Argelia ha aportado el 25,4% del gas que consume España, pasando a ser el segundo proveedor, tras EEUU (35,3%), y en los cinco primero meses, Argelia ha aportado el 25,3% y EEUU el 35,4%, según el último boletín estadístico publicado por Enagás (gestora del sistema gasista español y compañía transportista de gas); y conviene destacar que el gas natural licuado (y que en gran medida se ha extraído con fracking -fractura hidráulica-, técnica que está prohibida aquí) que llega en los buques metaneros a las plantas regasificadoras cuesta más del doble que el que llega por el gasoducto Medgaz... y ojo, porque sólo en mayo el GNL ya representó el 77,5% del total de suministros de gas. ¡Ole!
Albares señala que ya se prepara una respuesta “serena, constructiva, pero firme” en favor de los intereses españoles, mientras Marlaska refiere que “no va a afectar en seguridad”
Ribera ha afirmado que la suspensión del Tratado de Amistad por parte de Argelia le parecía “una respuesta desproporcionada” y que “estamos abiertos a recuperar está relación cuanto antes pero también queremos tener una buena relación con Marruecos”, defendiendo que mala relación entre estos dos países africanos “es un problema de ellos que no debería afectar a la buena relación entre España y cada uno de ellos”. Al hilo de esto, Bogas ha referido que “estamos entre dos enemigos, Argelia y Marruecos” y “nosotros queremos llevarnos bien con los dos, pero por cada vez que se hace un movimiento, ofendemos a uno u a otro”. Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha referido que ya se prepara una respuesta “serena, constructiva, pero firme” en favor de los intereses españoles.
Desde el Gobierno se ha señalado que si hay corte de suministro de gas acudirán a los tribunales o a los arbitrajes internacionales. Para Bruselas es “extremadamente preocupante” la suspensión del Tratado de Amistad por parte de Argelia: la Comisión Europea le ha pedido que dé marcha atrás y ha llamado al diálogo.
Sin embargo, las tensiones entre Argelia y España no sólo pueden repercutir en términos económicos y energéticos, sino también de seguridad, porque el país africano colabora en materia de inmigración irregular y de lucha contra el terrorismo. Y ojo, porque el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha referido que “no va a afectar en seguridad”. ¡Prepárense! porque según Marlaska tampoco ha habido caos en los aeropuertos por falta de policías recientemente.