Argelia sigue cabreada con Pedro Sánchez en el peor momento posible, con una crisis energética que se acrecienta cada vez más y ante la que Bruselas ya pide reducir el uso del gas un 15%, y una elevadísima inflación. De hecho, el encarecimiento del gas es muy notable: desde septiembre hasta ahora, la mediana de su precio ha subido un 50%.
Un porcentaje que se extrae teniendo el precio ‘spot’ (el que se paga al contado en el momento de la entrega en función del mercado diario de la materia prima -en este caso la cotización del gas en los mercados internacionales, siendo el TTF holandés el de referencia en Europa-) y el precio del mercado a largo plazo. En este escenario es en el que Naturgy está afrontando la revisión ordinaria de los contratos con la empresa estatal argelina de hidrocarburos, Sonatrach, para el periodo 2022-2024. Desde hace meses, Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy, tenía muy claro que “de Argelia podemos esperar que cumpla sus contratos”, aunque la revisión de precios no va a ser a la baja. También destacaba que eran contratos a largo plazo con garantías (take or pay) hasta 2032 por un importe de unos 12.000 millones, pero advertía que ni la luz ni el gas iban a bajar durante bastante tiempo, y por cierto hay contratos de suministro y otros contratos de precio.
En 2008 Naturgy (entonces llamada Gas Natural Fenosa) y Sonatrach no lograron un acuerdo y la española acudió al Tribunal Arbitral de París. El fallo llegó en 2012, dando la victoria a la argelina: la española tuvo que compensarla con una gran cantidad de dinero... y así fue como Sonatrach acabó entrando en su accionariado
Una negociación que no está siendo fácil y menos tras la crisis diplomática que ha provocado Sánchez con su cobardía ante Marruecos y cambiando su postura respecto al Sáhara Occidental. Eso sí, el Gobierno se ha lavado las manos en el tema del suministro de gas, porque hay “relaciones contractuales”, aunque también sabe que su precio subirá. Y esto lo confirmó casi un mes después, desde Sonatrach, su presidente y director general, Toufik Hakkar, explicando que el motivo era “el aumento del precio del gas mundial”.
Conviene recordar que en 2008 Naturgy (entonces llamada Gas Natural Fenosa) y Sonatrach no lograron un acuerdo sobre el precio y el conflicto terminó en el Tribunal Arbitral de París. El fallo llegó en 2012, dando la victoria a la compañía argelina, por lo que la española tuvo que compensarla con una gran cantidad de dinero... y así fue como Sonatrach acabó entrando en su accionariado (en el que aún permanece, ostentando un 4,1%). Cabe esperar que la negociación actual sea más favorable y no llegue a ese extremo de un arbitraje, pese a la subida de precios.
En Argelia están cabreados con el Gobierno Sánchez, pero también molestos con Europa, que odia el gas dentro de su obsesión por lo verde, aunque ahora ha visto que lo necesita sí o sí para asegurar el suministro energético
En Argelia están cabreados con el Gobierno Sánchez, pero también molestos con Europa, que odia el gas dentro de su obsesión por lo verde, aunque ahora ha visto que lo necesita sí o sí para asegurar el suministro energético. Además, hay que tener en cuenta que los hidrocarburos aportan el 95% del país africano, que tiene una economía subvencionada.
Paralelamente, a río revuelto, ganancia de pescadores: el aún primer ministro italiano, Mario Draghi, ha aprovechado la crisis diplomática entre Argelia y España para acordar un aumento del suministro de gas a Italia y un impulso de las inversiones. Para ello ha ido de la mano de la petrolera italiana Eni, con la que Sonatrach ha llegado a un acuerdo, a los que se suman otros con la estadounidense Occidental Petroleum y la francesa TotalEnergies.
Para poner el broche de oro al millonario acuerdo, el Presidente de Argelia 🇩🇿, Abdelmadjid Tebboune, recibe a los altos responsables de Eni 🇮🇹, Occidental Petroleum 🇺🇸y Total Energy🇫🇷, pic.twitter.com/jWwkCyeTJO
— Jalil Moh. Abdelaziz 🇪🇭 الخليل (@JalilWs) July 19, 2022
Y por cierto, este miércoles, ante el Senado italiano, Draghi ha defendido que está dispuesto a retirar su dimisión (la cual no aceptó Sergio Mattarella, jefe del Estado italiano), pero ha condicionado su permanencia al frente del Gobierno italiano al apoyo de los partidos (en especial a La Liga y Movimiento 5 Estrellas, que son miembros de la coalición). Habrá que esperar al resultado del voto de confianza.