Asamblea de la CEOE: nada reseñable, todo aprobado por amplias mayorías y todo bajo control. "Hoy es monotema", se escucha en uno de los corrillos, y así es, la Junta Ordinaria de la patronal ha sido todo un éxito de convocatoria, no por los acuerdos a votar, sino por el esperado discurso de su presidente, Antonio Garamendi, ante los ataques constantes del Gobierno y de Yolanda Díaz

Garamendi se ha equivocado muchas veces en sus múltiples, y parece que inacabables, mandatos al frente de la patronal: por ejemplo firmando la Reforma Laboral o los acuerdos LGTBI, pero parece que se ha, o le han, despertado: ya está bien con acudir al chantaje constante, "las empresas españolas merecemos un respeto", y acusa al Gobierno de "gobernar contra las empresas", ha dicho desde el atril. 

Asegura que siempre han estado en la mesa de diálogo, que no necesitan "una invitación" y que siempre están dispuestos a dialogar, pero que igual son otros agentes los interesados en que no estén en la mesa porque son "independientes", acusando al Gobierno de preferir meter patronales autonómicas en el diálogo social como Conpymes.

Ha mostrado su rechazo a la política de "amiguetes" que el Gobierno está intentando establecer al imponer que el Consejo Económico y Social (CES) cambie su reglamento para dar cabida a patronales autonómicas "que gocen de la condición de más representativas a nivel de comunidad autónoma".

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El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado que la reducción de jornada que el Ministerio de Trabajo y Economía Social quiere "imponer" supondrá "regalar" por decreto 12 días de vacaciones pagadas al año, "pagadas por el empresario". 

"Las empresas hemos aguantado el tirón y merecemos un respeto", ha aseverado Garamendi, pero no sabe cuánto más podrán aguantar, y ha acusado al Ministerio de Trabajo y Economía Social de cambiar las "reglas del juego". 

"No seremos cómplices de futuros fracasos". "Quizá algún día el Ministerio de Trabajo tenga que dar cuenta de un deterioro del empleo y explicar por qué no se contrata como antes. Las decisiones de hoy se miden mañana y pasado mañana".

Ha vuelto a cargar contra Yolanda Díaz por querer imponer la reducción de jornada, algo a lo que no están dispuestos porque negocias y acudir al diálogo no significa tener que decir "siempre que sí": "No hay nada mas democrático que decir sí cuando quieres decir que sí y no cuando quieres decir que no", lo contrario "no es democracia".

"Seguimos dispuestos a sentarnos en todas las mesas de diálogo que hagan falta como hemos hecho estos 40 años, pero eso no es aceptar ultimátums", ha recalcado.

Garamendi ha aprovechado su discurso final para recordar una idea que ya causó polémica la primera vez que la planteó: pagar todo el bruto de la nómina a los trabajadores y que ese pago se lo reclamen a los empleados desde la Seguridad Social, como se hace con los autónomos, para que la gente conozca el coste real al que se enfrentan los empresarios.