Crece y crece el runrún contra Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, al rebufo de las negociaciones para la reforma laboral, que nuestra más vanidosa adolescente, Yolanda Díaz, utiliza como trampolín para enfrentar a Sánchez en La Moncloa. La vicepresidente representa un arquetipo histórico temible: el del comunista filántropo e inmaduro. Bajo ese epígrafe se han perpetrado demasiadas tragedias a lo largo de la historia.
La blandenguería de Garamendi con el Gobierno y sus sindicatos paniaguados irrita más que a los empresarios a los autónomos y emprendedores
Volvamos a Garamendi. Percibo unanimidad en el sector empresarial -y en el PP de Casado es un clamor- en la definición del líder patronal: es un blando y un pésimo negociador. A muchos empresarios no les preocupa que las negociaciones para la reforma laboral fracasen sino que tengan éxito. Y en el Partido Popular y en Vox, insisto, también.
Lo único que puede propiciar el pleno empleo en España es este trípode: despido libre, impuestos bajos y salarios dignos
La blandenguería de Garamendi con el Gobierno y sus sindicatos paniaguados irrita más que a los empresarios a los autónomos y emprendedores, pero sobre todo irrita a las pymes. Las grandes empresas, sea cual sea el resultado de la reforma laboral, siempre dispondrán de caminos paralelos para evitar el desastre, pero el autónomo o el microempresario no. Esos están condenados a pagar unos impuestos laborales leoninos y a afrontar una burocracia que les pueden llevar a la miseria.
Yolanda Díaz resucita el temible arquetipo histórico del comunista filántropo e inmaduro
Todo el mundo sabe, aunque todo el mundo oculte, también Garamendi, que lo único que puede propiciar el pleno empleo en España es este trípode: despido libre, impuestos bajos y salarios dignos. Por eso, el salario mínimo es tan importante (hay que subirlo mucho en España) y por eso la falta de flexibilidad laboral no es más que al arma de los sindicatos para seguir viviendo de la subvención pública. O sea, del cuento.
Sí, hay una campaña en marcha para relevar a Garamendi. Y ojo, no me refiero a la campaña catalana para colocar a Sánchez Llibre al frente a la patronal CEOE. En cualquier caso, los críticos más importantes de Antonio Garamendi no están en Barcelona, sino en Madrid.