¿Avance en el tema laboral? Esa es la duda que surge ante el último movimiento de Microsoft, que ha decidido aprobar el primer sindicato de su historia (la cual empezó el 4 de abril de 1975). Claro que la respuesta llega rápido: será pequeñísimo, porque ese sindicato sólo representará al 0,17% de su plantilla total, que asciende a unos 180.000 empleados.
La tecnológica estadounidense, fundada por Bill Gates y Paul Allen hace casi 47 años, y que hoy dirige Satya Nadella, se ha sumado a otras grandes compañías de su sector, como Amazon y Apple, por ejemplo, permitiendo cierta representación sindical de sus empleados. Eso sí, no lancen las campanas al vuelo, porque sólo lo hará en una mínima parte de su entramado: en concreto, en una parte de la empresa Zenimax, que representa su división de juegos virtuales. La célula sindical que crearán los trabajadores se llamará Zenimax Workers United, representará a 300 empleados de QA (control de calidad) de la compañía de juegos virtuales, estará afiliado al sindicato del gremio de comunicación (Communication Workers of America -CWA-) y sólo estará activo en EEUU, por el momento.
No se pueden perder de vista sus resultados del tercer trimestre (ganó un 14% menos, pese a ingresar un 11% más, y se ralentizó su negocio en la nube) ni su evolución en bolsa, donde acumula una depreciación del 27% en el último año
Un portavoz de Microsoft ha señalado en un comunicado enviado a CNBC, líder mundial en noticias de negocios, que reconocen a CWA como interlocutor “a la luz de los resultados de su reciente voto de sindicalización”. Además, ha añadido que ahora toca “entrar en negociaciones de buena fe mientras avanzamos hacia un convenio colectivo”. Desde CWA, su presidente, Chris Shelton, ha elogiado a Microsoft, porque a diferencia de “otros gigantes del videojuego que han recurrido al ataque, el sabotaje y la desmoralización de los empleados que querían sindicarse”, ha optado por otra vía, que en su opinión, “reforzará su cultura empresarial (...) y podría servir de modelo para la industria”. Veremos qué sucede.
Todo esto en un contexto en el que muchas tecnológicas anunciaban la crisis que venía desde hace meses: Google frenó nuevas contrataciones, Microsoft anunció 1.800 despidos (el 1% de su plantilla aludiendo a un “reajuste estratégico”, y confiando en retomar las contrataciones este año), Snap prescindirá del 20% de su plantilla (unos 1.300 empleados)... Y no se pueden perder de vista sus últimos resultados (correspondientes al tercer trimestre), pues ganó 17.560 millones de dólares (-14%), pese a ingresar 50.100 millones de dólares (+11%), y se ralentizó su negocio en la nube; ni su evolución en bolsa, donde acumula una depreciación del 27% en el último año.