Vaya por delante que el principal culpable de la baja rentabilidad de los bancos no es otro que el Banco Central Europeo con su política de tipos de interés bajos. Desde Fráncfort aseguran -y todo el mundo le ha comprado la idea- que no pueden hacer otra cosa porque sería catastrófico para la recuperación tras la crisis provocada por el Covid.
Pero lo cierto es que el BCE mantiene el precio del dinero en mínimos históricos desde mucho antes de la pandemia. Es más, si echan una ojeada a la hemeroteca, comprobarán que en 2019 nadie preveía una subida de tipos en el corto y medio plazo.
Los bancos están muy fastidiados porque su materia prima no vale nada y va a seguir siendo así durante muchos años. En este contexto, el gobernador del Banco de España les ha advertido sobre lo que puede suceder si no logran aumentar la rentabilidad: “Un sector bancario no rentable acabará creando un problema de rentabilidad financiera y ya sabemos cómo acaba”, afirmó el viernes durante el curso ‘La economía de la pandemia’, organizado por la APIE en la UIMP (Santander).
Banco Cooperativo Cajamar, con una rentabilidad del 1,6%, seguido del Sabadell (2,7%), el dúo Liberbank (2,8%)-Unicaja (4,3%) y Kutxabank (3,9%), son las entidades con peor ratio durante el primer trimestre. En su descargo hay que decir que ese desplome se debe, en parte, a las millonarias provisiones realizadas para hacer frente a los impagos por el Covid.
¿Qué opciones tienen para mejorar? En primer lugar, habría que esperar a ver su evolución durante la recuperación económica y ver si logran acercarse al mínimo del 10% establecido por el BCE. Si no lo logran, pueden tomar dos caminos que en realidad es uno: reducir la plantilla o fusionarse… para reducir la plantilla.
El gobernador del Banco de España lo dejó bien claro: a pesar de los últimos EREs masivos, la banca española sigue teniendo “sobrecapacidad”. Todo cambiaría si el BCE subiera los tipos de interés, aunque fuera mínimamente. Pero eso no va a suceder, aunque la inflación termine el año por encima del 2%, el umbral establecido desde Fráncfurt, porque se tratará únicamente de una subida temporal.
Conclusión: no hay nada que hacer. Los bancos tienen que seguir reduciendo personal o fusionarse… para reducir personal. Y lo peor de todo es que ni aún haciendo eso lograrán ser rentables mientras el BCE no suba los tipos.