Isabel Díaz Ayuso es la pepera con más fuerza a la hora de enfrentarse al socialista Pedro Sánchez. La penúltima muestra ha quedado patente al criticar el desastre del Gobierno en la red eléctrica, del que ya hablamos en Hispanidad y que tiene como principales responsables a Teresa Ribera y Beatriz Corredor, y además se ha quejado de que quieren dejar a Madrid “sin la energía que necesita”.

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En un desayuno informativo organizado por Europa Press, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha referido que ve un nuevo ataque en la actualización del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026. Y es que dicho Plan propone modificaciones por 276,2 millones de euros, pero “Madrid no recibirá nada”, bueno más bien sólo una mínima actuación para ampliar la subestación de Algete. Por tanto, la región no se beneficiará de estas nuevas inversiones, y tan necesarias, en la red eléctrica, lo que pone en peligro proyectos industriales relacionados con los centros de datos y otras infraestructuras digitales, que son cruciales para generar empleo en una región que es reconocida como el polo digital del sur de Europa.  

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha presentado alegaciones al citado Plan, como hace unos meses hizo con el Plan Hidrográfico del Tajo. Asimismo, Ayuso ha referido el rechazo del Ministerio para la Transición Ecológica que lidera Ribera a casi una veintena de propuestas de compañías eléctricas para nuevas infraestructuras en territorio madrileño. “El Gobierno ha puesto todo su empeño en asfixiar a Madrid y ponerle cerco. En esta legislatura va a por todas”, ha denunciado Ayuso.

Y todo esto sucede el día en que se ha conocido un documento de la Asociación para la Transición Energética (ATE) donde se analiza la necesidad, la urgencia y los desafíos de las redes eléctricas en España. Entre sus conclusiones, refiere que sin dichas redes no es posible la consecución del objetivo país de descarbonización y reindustrialización, y para ello se requiere:

  • Anticipar las inversiones que el sistema eléctrico va a necesitar, en vez de ir atendiendo petición a petición de manera individual.
  • Reconocer una inversión en redes mucho más ambiciosa, que duplique las cifras actuales, y eliminar el límite legal de las inversiones en redes eléctricas con el objetivo de reforzarla, modernizarla y ampliar sus conexiones.
  • Establecer un marco retributivo más simple, estable y predecible alineado con las mejores prácticas y adaptado a los nuevos retos y roles que ofrece la transición energética que suponga un impacto positivo en la economía española y en el resto de los sectores.
  • Establecer una tasa de retribución financiera adaptada al contexto actual, aplicando inversiones y costes actualizados adaptados al mercado.
  • Disponer de una planificación flexible que se revise de una manera ágil para que se pueda dar respuesta a las nuevas necesidades de conexión de la generación y del consumo en un tiempo razonable.