Tomo prestado el siguiente análisis sobre la banca actual de un banquero con larga experiencia que no hace tanto abandonó el servicio activo y ahora asesora a entidades financieras. También me aprovecho de otro bancario en activo, miembro del equipo de planificación de una de las grandes entidades.

De entrada, parece claro que las reducciones de plantilla en los bancos españoles son la causa del maltrato que denuncia la campaña "soy mayor pero no idiota". Si no hay trabajadores tampoco hay buen servicio. Es más, si a los bancos se les imponen límites a la inversión según capital, ¿por qué no imponerles límites de plantilla según número de clientes?: "Esperemos que no nos lo exijan desde Economía".

Las cuentas de resultados de 2021 fueron un espejismo: los bancos ya no pueden vivir de los ahorros (provisiones). Y la intermediación en deuda continuará muerta

En cualquier caso, ante el espejismo de los resultados bancarios del ejercicio 2021, una cuentas de resultados tan aparentemente buenas como engañosas, el argumento es este: ¿Por qué los bancos reducen plantilla y con ello empeoran su servicio, mientras la vicepresidente Nadia Calviño brama contra el capitalismo bancario y contra los salarios de los banqueros? En la situación actual, la 'solidaridad' de Calviño con los ancianitos no es sino pura demagogia. La culpable del mal servicio es la clase política irresponsable que tenemos, que se aprovecha del dinero fácil para endeudarnos a todos y el Banco Central Europeo (BCE) que crea ese dinero fácil.

Recuerden que los tipos en negativo, de los que bien se aprovecha doña Nadia y toda la actual generación de políticos irresponsables emisores de deuda pública a mansalva, han dejado sin margen a la banca. El negocio bancario lleva un lustro sin ser negocio, por mor de la política de los bancos centrales.

¿Por qué Nadia Calviño critica a los bancos y, sin embargo, defiende los tipos bajos? Porque el dinero barato es el que mantiene en el sillón de la Vicepresidencia a doña Nadia gracias a un endeudamiento venenoso del Reino de España... sólo posible gracias al océano de liquidez en el que vivimos.

Advertencia del sector al BCE: ni pensar en una nueva vuelta de tuerca en forma de mayores exigencias de capital

Dicho de otra forma: no se puede recibir a Carlos San Juan para solidarizarse con él ante los micrófonos y mirando a las cámaras de TV... y al tiempo criticar a los bancos que maltratan a los ancianos -sí, les maltratan- y, también al tiempo, seguir pidiendo al Banco Central Europeo (BCE) que mantenga el precio del dinero en cero y que, de paso, ese BCE le compre toda la deuda pública, que usted, doña Nadia, emite por miríadas y con una generosísima irresponsabilidad. Porque la deuda la emite usted, pero la pagamos todos los españoles.

Y así llegamos a la situación actual, a marzo de 2022. Por mor de la guerra de Ucrania, los tipos no suben... así que la banca ya se está planteando nuevos recortes de plantilla... o cobrar más comisiones. Lo primero aún deterioraría más el servicio. Lo segundo, es difícil de aplicar ante la presión de la banca digital y, también... de la banca nacida digital. Ojo con esta última.

En cualquier caso, para 2022 ya no se puede vivir de los ahorros (de la liberación de provisiones). Y la intermediación en deuda tampoco da más de sí... dado que el Banco Central Europeo ha detenido el final de la era del dinero fácil, ante la invasión de Ucrania por Rusia.

Santander y BBVA exprimen su presencia internacional, especialmente fuera de Eurolandia. Pero Caixabank o Sabadell no pueden hacerlo

Dicho de otra forma: el espejismo de las cuentas de resultados aparentemente buenas -en realidad muy malas- de 2021 no se va a poder repetir en 2022. Ya no hay grasa que perder. Irresponsablemente, muchos consejos bancarios han entregado sus fondos disponibles al mercado para sostener la cotización... y el mercado no se lo ha agradecido. Está más pendiente de los bombardeos a Ucrania que de los fundamentales bancarios.

Eso sí, el sector ya ha advertido al BCE: que ni se le ocurra pensar en la ya prevista, a principios de año, nueva vuelta de tuerca, en forma de mayores exigencias de capital. Ningún banco español puede abordar ahora mismo una ampliación de capital significativa.

Bajando a las entidades concretas: en este escenario sólo puede reseñarse que Santander y BBVA exprimen su presencia internacional, especialmente fuera de Eurolandia, donde reinan unos tipos de interés más lógicos, aunque también unas políticas monetarias más locas. Ejemplo, Santander en Brasil o México, BBVA, en México o Turquía. Pero ojo, más margen en estos países significa mucho más riesgo... país. Un riesgo que tiende infinito.

Pero el resto de bancos, Caixabank, Sabadell, Unicaja, etc, no pueden hacer eso porque su presencia internacional es mínima. Y eso les exige un mayor esfuerzo de gestión.