En la tarde del día 23 de febrero de 2023, el grupo de servicios de asesoramiento financiero Alantra, conocido como el primer banco de inversión español, ha publicado sus resultados a cierre del cuarto trimestre de 2022. Y no, no han sido buenos, en realidad, han sido malos, al menos respecto al año anterior.
Alantra ha publicado un beneficio neto atribuible de 40,1 millones de euros, que si bien es un resultado positivo, es inferior en un 28,5% al obtenido en 2021. No es una alegría, aunque el precio de cotización del grupo se ha incrementado en un 8,4% en el último mes. Respecto al día de ayer (jueves 23), el precio de cotización ha sufrido un decremento del 0,81%, hasta alcanzar los 12,25 euros por acción.
Dejando a un lado el mercado bursátil por el momento, sigamos con el análisis de las principales magnitudes que componen el resultado. El grupo ha descendido sus ingresos netos de su división de Gestión de Activos, en concepto de comisiones de gestión y de éxito, en un 39,2% respecto a 2021 y de igual manera de su división de Investment Banking, en un 29,7%. Sin embargo, no ha ocurrido de igual manera en la división del grupo Credit Portfolio Advisory la cual ha incrementado sus ingresos en igual comparativa en un 5,4%. Los ingresos del área de negocio Investment Banking han disminuido desde los 206,5 millones de euros a los 145,1 millones, los del área de Credit Portfolio Advisory han aumentado desde los 51,5 millones a los 54,2 millones, y los del área de Gestión de Activos han descendido desde los 55,4 millones a los 33,7 millones de euros. Todo ello ha provocado, junto con la partida de otros ingresos de explotación, que los ingresos netos del grupo hayan experimentado en el 2022 una variación negativa del 25,8% respecto a la misma cifra del año 2021.
Tranquilos, no se apresuren a tomar decisiones equivocadas. Los gastos del grupo también han descendido, lo que indica una gestión adecuada. Los gastos de explotación de Alantra han disminuido en un 18,7% en iguales términos comparativos. El grupo ha reducido sobremanera sus gastos variables de personal entre 2021 y 2022 en un 59,6%, si bien ha incrementado en igual comparativa sus gastos fijos de personal lo que indica que ha pagado menos comisiones variables dependientes de los beneficios obtenidos que en el período anterior. Ello es evidente dado que como bien saben, el año 2022 ha sido un año nefasto para los mercados. Todo ello evidencia el apalancamiento operativo del modelo de negocio del grupo. Como conclusión, el conjunto de lo antedicho ha supuesto un decremento del gasto de personal del grupo entre 2021 y 2022 de un 29,5%, pasando de 188,2 millones de euros en 2021 a 132,6 millones de euros en 2022.
Alantra ha empeorado de manera considerable su resultado en el 2022 respecto al 2021. Sin embargo, no es todo malo. El grupo ha descendido su pasivo corriente en igual comparativa y sus gastos de explotación
La diferencia entre los ingresos netos y gastos de explotación, que resulta en el resultado de explotación del grupo, ha disminuido respecto al cierre del año anterior en un 44,5%, pasando de ser de 84,3 millones a 46,7 millones de euros.
Analicemos ahora de manera breve el balance del grupo. Poco que decir, el grupo mantiene un balance sólido a cierre de 2022 con escasas variaciones respecto a 2021. El activo total se ha reducido un 8,3%, originado principalmente por un descenso abultado del activo corriente en un 22,6%. Especialmente relevante es que el grupo ha descendido su liquidez desde el cierre de 2021 provocado por el proceso de crecimiento en el que se encuentra. El efectivo de Alantra en 2022 ha sido de 133,7 millones de euros, un 27,2% inferior a 2021. Cifra que, a cierre de 2022, representa el 65% del total del activo corriente del grupo en el período. El resto del activo corriente, 35%, viene representado principalmente en un 32% por la partida de deudores comerciales y otras cuentas a cobrar.
Por otro lado, el grupo ha disminuido su estructura de pasivo, lo que nos gusta mucho, más aún cuando disminuye el pasivo corriente o lo que es lo mismo, deuda a corto plazo que vence en un plazo inferior a un año. El grupo ha disminuido su pasivo corriente en un 36% hasta los 97,9 millones de euros, cifra que se sitúa todavía muy por debajo del activo corriente antes mencionado, por lo que no deberíamos preocuparnos demasiado pese a la importancia de la cuantía. El 90% del pasivo corriente del grupo en el 2022 viene representado por la cuenta de acreedores comerciales y otras cuentas a pagar.
Dado que la presentación de resultados no muestra detalle alguno de la composición de cada una de las partidas antes descritas que componen el balance del grupo, de especial importancia en el caso de las cuentas deudores comerciales y otras cuentas a cobrar del activo corriente y de acreedores comerciales y otras cuentas a pagar, en el caso del pasivo corriente, nos hemos dirigido a las cuentas anuales auditadas del ejercicio 2021 para ver de qué se componen las mismas, dada su importancia dentro del balance, para darle algo de claridad a nuestro querido lector. Pues bien, en la nota 11 de la memoria de Alantra de 2021 se pone de manifiesto que la partida del activo corriente de deudores comerciales y otras cuentas a cobrar se genera en concepto de derechos de crédito que tiene el grupo en contra de sus clientes por la prestación de servicios empresariales y de asesoramiento. Respecto a la partida del pasivo de acreedores comerciales y otras cuentas a pagar, detallada en la nota 19 de las cuentas anuales del grupo de 2021, estos importes corresponden principalmente a remuneraciones pendientes de pago a empleados y personal de la Alta Dirección así como, en menor medida, a Administraciones Públicas. Es decir, la estructura de pasivo corriente del grupo se compone principalmente de deudas que este mantiene con su personal, estructura de deuda a corto plazo muy diferente a la de un negocio industrial o bancario.
Como breve conclusión, Alantra ha empeorado de manera considerable su resultado en el 2022 respecto al 2021. Sin embargo, no es todo malo. El grupo ha descendido su pasivo corriente en igual comparativa y sus gastos de explotación.