La economía española crecerá un 2,8% este año (frente al 2,3% estimado en junio), un 2,2% en 2025 (+0,3% respecto a la anterior previsión) y un 1,9% en 2026 (+0,2%), según las proyecciones macroeconómicas publicadas este martes por el Banco de España.
Pero no se dejen llevar por las grandes cifras o el dato del PIB, porque la realidad de la economía de los españoles es bien distinta, como hemos explicado en Hispanidad en diversas ocasiones. Y es que, mientras el PIB sigue creciendo, la renta per capita de los españoles ha caído un 5,5% desde 2019, de tal manera que la brecha con nuestros colegas europeos ha aumentado un 37% desde que gobierna Pedro Sánchez, según un informe del Instituto Juan de Mariana, publicado en febrero.
La brecha con nuestros colegas europeos ha aumentado un 37% desde que gobierna Pedro Sánchez
Volvamos al Banco de España. “Nos sorprende en negativo la debilidad del consumo de los hogares y la inversión”, afirmó Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del BdE, durante la presentación de las proyecciones. El buen comportamiento del sector exterior, sin embargo, sorprendió para bien, especialmente las exportaciones de servicios no turísticos.
Sea como fuere, resulta muy significativa la debilidad del consumo, que continúa siendo un 3% inferior al de antes de la pandemia. Incluso los hogares con rentas más elevadas han frenado el consumo, sobre todo de bienes duraderos. ¿Cómo es posible que el PIB crezca tanto y que, sin embargo, los españoles consuman menos? Insistimos: la renta per capita ha caído un 5,5% desde 2019. La única franja de edad con aumento del consumo (+2%) es la de mayores de 65 años.
La debilidad del consumo ha ralentizado el aumento de la recaudación de IVA y, en general, de impuestos indirectos. Sin embargo, los ingresos públicos continuaron creciendo a un ritmo “robusto”, según el BdE, del 9,2% en el segundo trimestre del año, gracias a las cotizaciones sociales y al IRPF. Por cierto, el gasto público creció 5% de abril a junio, y desde el Palacio de Cibeles alertan: “podría ser necesario implementar, en los próximos meses, medidas compensatorias adicionales de ajuste del gasto o de incremento de los ingresos”. Vamos, que nos va a subir todavía más los impuestos para hacer frente a una deuda pública que en julio superó los 1,6 billones de euros.
Vamos con la inflación. Según el BdE cerrará 2024 en el 2,9%, un 0,1% menos que lo estimado en junio, bajará hasta el 2,1% en 2025 (+0,1% respecto a las anteriores previsiones) y cerrará 2026 en el 1,8%, el mismo nivel que el proyectado en junio.