El miércoles 19 de enero los tipos de deuda pública, sobre todo del bono norteamericano y del alemán, continuaban al alza, en lo que ya se califica como tendencia. Vamos, que esto va en serio. La renta variable, refugio del ahorrador en épocas de dinero fácil, empieza a sufrir en todo el mundo. El miércoles cayó Wall Street y el Nasdaq y la bolsa española se defiende esta semana gracias al enorme peso que los bancos tienen en el selectivo IBEX.
Y sí, los bancos serán los primeros beneficiados de una subida de tipos.
En España, el único político responsable con la deuda pública ha sido José María Aznar, que la dejó por debajo del 50% del PIB. Sánchez camina hacia el 125%
Y es que los bancos centrales se han vuelto a equivocar otra vez. No es noticia, porque llevan medio siglo de errores y horrores. Han creado un océano de liquidez que ha convencido a un par de generaciones de que la economía no consiste en producir bienes y servicios para el bien común (perdón, interés general en el metalenguaje progre) sino en producir dinero.
Al mismo tiempo, la inflación, el azote de los pobres, y por tanto algo indeseable de suyo, puede tener un efecto positivo. Puede significar el fin de la era del dinero barato y del referido océano de liquidez o 'darle a la máquina de hacer dinero' como solución a todos los males.
Si la gente -o sea, los que llamamos mercados, empieza a exigirle a los gobiernos más rentabilidad por sus bonos, los políticos irresponsables -no todos, apenas el 99% de la clase gobernante- no podrán seguir emitiendo deuda pública como si se tratase de caramelos baratos, dado que se habrán convertido en chuches caras.
El gran dilema: si los tipos suben, España puede entrar en bancarrota. Al mismo tiempo, lo justo es que los tipos suban y la época del dinero fácil termine
Es difícil explicar explicar esto en España porque la clase gobernante española, tanto el PP como el PSOE, con la excepción de José María Aznar, han sido y son unos irresponsables de mucho cuidado. Y así, don Pedro Sánchez y doña Nadia Calviño han colocado la deuda en el 123% del PIB- Y claro, si ahora suben los tipos... eso puede suponer la quiebra del Reino de España.
Pero insisto, como principio, y considerando toda la economía mundial, que la política monetaria se endurezca, que dejemos de producir dinero y suba el precio del dinero, es, de suyo, bueno. La causa del cambio no lo es: la inflación nos va a golpear muy duro.
Y, pese a todo ello, el señor gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insiste en que dada la atonía económica los tipos no van a subir: ¿seguro? Jerome Powell, el señor de la Reserva Federal, no parece pensar lo mismo. Y, con todos nuestros respetos Powell es más importante que De Cos.