La buena reputación, la confianza, es crucial en cualquier negocio y en la banca lo es más todavía. Es “la materia prima” de los bancos, según María Dolores Dancausa, que este miércoles participó en el 18 Encuentro Financiero organizado por el IESE y EY.
La consejera delegada de Bankinter achacó a los políticos, principalmente, el hecho de que el sector tenga mala imagen en la opinión pública, ya que el resto de segmentos de la población tiene una buena percepción del sector: los reguladores, con el BCE a la cabeza, “quiero pensar que también los analistas”, los inversores -la prueba es el peso de la banca en la bolsa española- los empleados- “según el banco”, matizó- y los clientes. En Bankinter, además, los más “entusiastas” son los clientes mayores, según Dancausa, aunque también hay clientes insatisfechos, naturalmente.
Pero luego están los políticos, a los que “les resulta fácil” echar la culpa de lo que sucede a la banca y, además, eso vende en la opinión pública.
No obstante todo lo anterior, Dancausa reconoció que el banco también hace cosas mal, por ejemplo a la hora de comercializar determinados productos. “Probablemente vendimos hipotecas multidivisas en yenes a demasiados clientes”, admitió, aunque inmediatamente después aseguró que “a muchos les fue bien con estos créditos”. Es más, si algunos de ellos, “notarios o profesionales con cultura financiera”, acudieron a los juzgados fue porque encontraron “bufetes antibanca que nos tienen por forajidos”. En cualquier caso, muchos de esos clientes continúan en el banco.
En esta línea, la banquera no cree que la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero vaya a tener un efecto positivo sobre la reputación del sector. Si bien es cierto que tampoco se creó con ese objetivo, Dancausa tampoco cree que vaya a colaborar para la resolución de las reclamaciones de clientes, sino todo lo contrario: “Va a generar más reclamaciones”, sentenció.