Bayer no remonta ni en cifras ni en bolsa (su cotización baja más de un 3% este martes y acumula una depreciación del 53% en el último año y del 21% en lo que va de 2024), eso sí, lo mejor es que vende menos pastillas anticonceptivas (potencialmente abortivas) Yaz, Yasmin y Yasminelle, y también menos DIU Mirena, Kyleena y Jaydess. En 2023, ha bajado ingresos, ha tenido unas pérdidas de 2.941 millones de euros y ha elevado su deuda.

El gigante químico y farmacéutico alemán tiene una cara factura tras comprar Monsanto en 2018. Desde entonces acumula litigios judiciales y milmillonarias provisiones por el herbicida Roundup que ha causado varios casos de cáncer. El pasado agosto, al conocerse el hundimiento del beneficio semestral, rebajó las previsiones anuales; y hace dos semanas anunció un fuerte recorte del dividendo (-95,4%), a 0,11 euros por acción. En 2023, por negocios, en el agrícola (Crop Science) ha tenido menos ventas y ganancias sobre todo por los precios más bajos del glifosato; en el farmacéutico tuvo ventas estables pero menos beneficios; mientras en el de productos de cuidado personal (Consumer Health) las ventas crecieron. Ahora, Bill Anderson, CEO y presidente del Consejo de Administración de Bayer (ya saben que el que de verdad manda en las empresas alemanas es el Consejo de Supervisión que vigila al otro y lo preside Norbert Winkeljohann), ha anunciado que se centrarán en construir una sólida cartera de productos farmacéuticos, abordar litigios, reducir deuda e implementar un nuevo modelo operativo (el cual disminuirá burocracia y estructuras, y acelerará la toma de decisiones) en los próximos 24 a 36 meses, para ahorrar 2.000 millones de euros anuales en costes organizativos. Y de momento, aparca el plan de escisión en negocios separados, es decir, el ‘esquema Villalonga’ (el que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo): “Ahora no”, ha señalado Anderson, pero eso no se puede considerar como un “nunca”.

Vayamos a los números. de 2023, que no fue un buen año para Bayer, pero sí para la vida: las ventas de sus pastillas anticonceptivas (potencialmente abortivas) Yaz, Yasmin y Yasminelle han caído un 15,2%, a 670 millones, y ocupan el sexto puesto entre sus diez fármacos más vendidos; y las ventas de DIU Mirena, Kyleena y Jaydess han bajado un 5,3%, a 1.209 millones, y mantienen la medalla de bronce. Eso sí, recuerden que desde hace un tiempo su fármaco más vendido es el anticoagulante Xarelto (4.081 millones, un 9,6% menos), seguido del tratamiento contra la degeneración macular Eylea (3.231 millones, un 0,6% más); los citados DIU; el tratamiento del cáncer de próstata Nubeqa (869 millones, un 86,5% más); los anticoagulantes Kogenate, Kovaltry y Jivi (738 millones, un 12,9% menos); y las pastillas anticonceptivas (y potencialmente abortivas) Yaz, Yasmin y Yasminelle, entre otros. Y ojo, tras forrarse con el aborto, aspira a hacerlo con el negocio trans: no tuvo reparos en patrocinar una película trans para niños mientras produce medicamentos ‘feminizantes’ (en concreto, el acetato de ciproterona, un antiandrógeno que se ha usado para feminizar a hombres que quieren ser mujeres).

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Las malas cifras de los nueve primeros meses pesaron más que la mejora en el cuarto trimestre, llevando los resultados anuales a numerosas caídas. Los ingresos han descendido, pasando de 50.739 millones a 47.637 millones, con bajadas especialmente en el negocio agrícola. Por su parte, el resultado bruto de de explotación (ebitda) antes de partidas especiales ha bajado un 13,4%, a 11.706 millones, afectado por efectos de las divisas tanto negativos como positivos; el margen ebitda ha descendido del 26,6% al 24,6%; y el resultado neto de explotación (ebit) antes de partidas especiales ha caído hasta 7.589 millones. Y ojo, porque el resultado neto han sido unas pérdidas de 2.941 millones, frente a los 4.150 millones de beneficio en 2022. Disminuciones en los números que también se han reflejado en la plantilla, que ha pasado de 101.369 a 99.723, incluyendo los 135 afectados por un ERE en España. Y ojo, la deuda financiera neta ha aumentado un 8,5%, desde los 31.809 millones a los 34.498 millones; y el flujo de caja libre se ha desplomado un 57,9%, a 1.311 millones, porque las entradas de efectivo provenientes de las actividades operativas y los efectos cambiarios positivos no pudieron compensar completamente las salidas para el pago de dividendos y los pagos de liquidación por los litigios en EEUU. Cabe destacar que dentro de Bayer está el fondo Bluebell Capital, que presionó para que destituyera a Werner Baumann… y lo ha consiguió, como ya lo logró en Danone. Ahora este fondo y otros muchos (entre ellos, el pionero fue Apollo) ya no invierten en las empresas, sino que compran su deuda y la utilizan para controlarlas.

La deuda financiera neta ha aumentado un 8,5%, desde los 31.809 millones a los 34.498 millones; y el flujo de caja libre se ha desplomado un 57,9%, a 1.311 millones, al tener menos entradas de efectivo que salidas

Recuerden que Bayer fue fundada en Barmen (Alemania) en 1863, de la mano de Friedrich Bayer y Johann Friedrich Weskott, nació como una fábrica de tintes y tras un tiempo descubren que el tinte contiene alguna propiedad curativa y al investigarlo más dan con el ácido acetilsalicílico, el compuesto de la aspirina, que se convierte en la gallina de los huevos de oro. Así, sin dejar la química, Bayer entra en el negocio farmacéutico pero no sólo en aspectos relacionados con la salud, sino también con la cultura de la muerte impulsando y forrándose como el aborto, como hemos visto, y tampoco tiene reparos en apostar por el negocio trans. Por cierto, el nombre de este gigante químico y farmacéutico también ha estado ligado a los deportes: en 1904 fundó el club deportivo TuS 04, que ha ido cambiando su nombre en varias ocasiones hasta quedarse con el de TSV Bayer 04 Leverkusen, aunque la mayor parte de la gente le conoce como Bayer Leverkusen: actualmente avanza hacia la conquista de la Bundesliga (la competición entre los equipos de la máxima categoría) y su entrenador es el exfutbolista español Xabi Alonso

En fútbol va bien, pero no en resultados ni en bolsa, como han visto y 2024 no ha empezado bien. Bayer fue condenada en EEUU a indemnizar con otros 2.250 millones de dólares a un afectado por el herbicida Roundup.