Año nuevo, comisión nueva o, si no es nueva, más cara. Hablamos de las tarifas de las cajas de seguridad de BBVA, que en enero de 2024 serán más elevadas. Hasta ahí, más o menos normal aunque, al no ser un servicio especialmente barato, más de uno se habrá cabreado después de observar los beneficios récord del banco hasta septiembre. Es decir, el banco gana más que nunca y, encima, sube las tarifas.
Vaya por delante, en cualquier caso, que las cajas de seguridad del BBVA no son las más caras del mercado. No nos queremos referir al precio, sino a la carta remitida a los clientes dándoles la noticia y que comienza de la siguiente manera:
“Para BBVA es fundamental la transparencia en la relación con nuestros clientes, esta carta te informa de un cambio en las tarifas aplicables a cajas de alquiler a partir del 1 de enero de 2024”.
Y continúa: “La comisión anual por caja de alquiler pasará a ser 25,00€ por cada decímetro cúbico que mida tu caja”.
La carta continúa recordando que el resto de condiciones y sus correspondientes comisiones, no cambiarán, pero lo mejor de todo es que, al final, el cliente no sabe cuánto pagará por la caja fuerte, en enero. Sí, 25 euros por cada decímetro cúbico, pero eso y nada es lo mismo. Al menos, podrían darle una pista diciéndole cuánto mide su caja, pero ni eso: tendrá que ir al banco con una regla y medirla él mismo, tras pagar la correspondiente comisión de tres euros por la visita.
¿De verdad le cuesta tanto al banco añadir, al final de la misiva, lo que le costará al cliente esa subida de tarifa? ¿Acaso no estamos hablando de uno de los bancos más digitales del mundo, capaz de personalizarlo todo?
Transparencia, mucha transparencia.