Conforme avanza la semana vamos conociendo los resultados de nuestras entidades de crédito, y como para que tengamos todo el fin de semana para recapacitar o no salir de nuestro asombro, en este viernes nos llegan los datos referidos al cierre del tercer trimestre del ejercicio del BBVA.
La entidad presidida por Carlos Torres y dirigida por Onur Genç lo hace con unos resultados que, como ha sucedido hasta la fecha en las otras entidades financieras, recogen unos resultados francamente extraordinarios, pero con un matiz que aún los hace más extraordinarios: recogen un incremento en los deterioros de créditos además de impactos por -201 millones de euros (M€) por la compra en España de sucursales a Merlin, además de la aplicación de la norma contable NIC 29 en las entidades del grupo en Turquía por la situación hiperinflacionaria del país.
Iremos por números, que hay mucho que contar. El resultado atribuido ha sido de 4.842M€, un 46,2% superior al mismo periodo del 2021 que, como veremos, registró deterioros y gastos de explotación inferiores a los del periodo que nos ocupa.
Situándonos en la parte alta de la cuenta, vemos que el margen de intereses crece un 29% para llegar a los 13.811M€, con crecimientos en áreas de negocio de un 49,2% en Amesur, 38,3% en México, 19,7% en Turquía y 2,3% en España. Este crecimiento viene propiciado por el aumento de los préstamos y anticipos a la clientela que lo hacen en un 13,4% y se sitúan en los 361.731M€. Por destinatario, el crédito a empresa, que supone el 50% del riesgo total, crece un 20,9% interanual, el riesgo a particulares es el 44% del total con un crecimiento del 8,2%, mientras que el resto corresponde a créditos al sector público. Los depósitos de clientela también registran un crecimiento del 11,4% y presentan un saldo de 389.705M€.
Las comisiones netas presentan también un buen desempeño, con incrementos en todas las áreas gracias al crecimiento de la actividad, especialmente en operaciones de pago y depósitos. El saldo acumulado asciende a 4.030M€ y el crecimiento es de un 14,6% interanual. El ROF representa un 12,1% del margen y ha presentado un crecimiento del 13,4% interanual por la mejor gestión de carteras ALCO y que se ha compensado casi totalmente con los 1.145M€ de otras cargas de explotación por ajustes negativos en Argentina y Turquía a causa de la inflación, y mayores aportaciones al FUR (fondo único de resolución).
Una ratio de rentabilidad ROTE del 15,7%, uno de los más altos del sistema europeo, sobre todo cuando el objetivo para el 2024 era alcanzar el 14%, y sobre todo, con pocos extraordinarios, subida de dotaciones a fondos de insolvencia, buenos crecimientos en riesgos y recursos de clientela que crecen a un ritmo 2,5 veces superior al de cinco años atrás, de los que más del 54% han llegado por el canal digital
El incremento de los gastos de explotación en un 12,8% hasta los 7.872M€ viene justificado en la subida de la inflación en prácticamente todas las áreas y que se refleja especialmente en el 17,5% de los de administración. El margen neto crece un 21,8% y la ratio de eficiencia se ha reducido en 2,3 p.b. hasta el 42,9%.
Si hasta aquí la cuenta de resultados del BBVA parece un sueño escrito por el mismísimo Carlos Torres, vamos a por más ya que el incremento que hemos visto en el riesgo es del 13,4% (3,5% en el tercer trimestre). Pero mientras que los riesgos dudosos crecían un 3,9% entre septiembre y diciembre del 2021, en el periodo diciembre 2021-septiembre 2022 se han reducido en un 1,8% presentando un saldo de 15.162M€ con unos fondos de cobertura de 12.570M€, +9% en los nueve meses y que representan un 83% de tasa de cobertura, 3% superior a la registrada en septiembre del 2021, que se sitúa en un rango muy alto en el sistema, y una tasa de mora del 3,5% 57p.b menos que la registrada en diciembre del 2021. El reflejo en la cuenta de resultados ha sido de 2.380M€ por deterioros.
Aún no salgo de mi asombro por los resultados presentados este viernes por el BBVA, una ratio de rentabilidad ROTE del 15,7%, uno de los más altos del sistema europeo, sobre todo cuando el objetivo para el 2024 era alcanzar el 14%, y sobre todo, con pocos extraordinarios, subida de dotaciones a fondos de insolvencia, buenos crecimientos en riesgos y recursos de clientela que crecen a un ritmo 2,5 veces superior al de cinco años atrás, de los que más del 54% han llegado por el canal digital. El sueño del ex presidente Francisco González (FG), acérrimo impulsor de la digitalización de la entidad.
Bueno, algo tenía que fallar: la ratio de capital CET1 a la fecha de cierre se sitúa en un 12,45% un 2,03% inferior al de septiembre de 2021 después de la amortización de acciones para remunerar de forma indirecta al accionista.
La debilidad de toda esta euforia se encuentra en la hiperinflación en las áreas de Argentina y en especial la de Turquía, donde la obstinación de Onur Genç ha arrastrado al BBVA a una opa de adquisición total de la entidad siendo México el área que más crece en el negocio. La situación no está para que zonas con economías volátiles sean las punteras en la situación político-económica actual.
Al cierre del articulo, la bolsa parece que tampoco ha comprado este extraordinario resultado y estas incertidumbres y su cotización baja cerca de un 3% frente a un IBEX menos malo (-0,9%). La inercia de las últimas presentaciones de los otros grandes en estos días también ha levantado muchas suspicacias en estos inesperados ‘buenos resultados’.
La debilidad de toda esta euforia se encuentra en la hiperinflación en las áreas de Argentina y en especial la de Turquía, donde la obstinación de Onur Genç ha arrastrado al BBVA a una opa de adquisición total de la entidad siendo México el área que más crece en el negocio
Demasido dependiente de México para cubrir la cuenta de resultados y demasiado ligado a la Turquía de ese personaje siniestro y voluble llamado Erdogan. Dicho de otra forma, el problema del BBVA no es de solvencia ni rentabilidad, el problema es de reputación corporativa y de riesgo-país.