Nos salimos un poco de lo que es estrictamente la OPA sobre el Sabadell para mirar un poco más lejos, y vemos a un Andoni Ortuzar, presidente del PNV, entusiasmado con el banco que preside Carlos Torres. El de Abanto y Ciérvana va pregonando que Pedro Sánchez le ha prometido que el BBVA volverá a ser vasco.
Pero Ortuzar no quiere molestar a los colegas catalanes indepes y por eso no va a mover un dedo hasta que se resuelva la OPA: que sea Torres quien se coma al Sabadell. Ya actuaremos luego.
De momento, Torres (¿será ingenuo?) confía en que Sánchez le va a ayudar para que la operación concluya con éxito, a pesar del rechazo mostrado inicialmente por Carlos Cuerpo. Cierto es que cuando coincidieron en Santander hace un par de semanas, en el curso organizado por la APIE, el ministro dio a entender que el rechazo ya no era tan visceral y que, en realidad, todas las opciones estaban abiertas.
El Gobierno todavía está con el Sabadell y contra el BBVA, pero ya conocemos la agilidad de Moncloa para cambiar de opinión. La clave sigue estando en Cataluña, en si habrá investidura o repetición electoral, que además podría empujar a Sánchez a convocar nuevos comicios generales.
¿Va a salvar Torres el caso Villarejo? Probablemente sí. ¿Va a salvar la OPA sobre el Sabadell? Probablemente sí. Ahora bien, de la misma manera, desde Moncloa utilizarán ambos casos para defenestrarle cuando llegue el momento de contentar al socio llamado Ortuzar.
Por cierto, vaya precedente del BCE con la imputación de BBVA SA en el caso Villarejo. En Fráncfort no dirán ni harán nada hasta que no haya sentencia firme, mientras el banco sea solvente, que lo es. Puede que sea lo mejor pero lo cierto es que no es la norma y se aleja de la buena gobernanza.