"BBVA, un banco sin cabeza". Así definía Pablo Ferrer en Hispanidad la situación en el segundo banco de España, primero de México y primero de Turquía. Con un presidente como Carlos Torres, perdido en la Arcadia verde, más preocupado de la la sostenibilidad que de la rentabilidad, desaparecido en combate y cada vez más distanciado de los suyos, poco se puede hacer.
Carlos Torres está cada vez más distanciado de su equipo y su consejero delegado, Onur Genç, está ausente, con las maletas preparadas, por si cae Erdogan
La descripción de la situación interna en el BBVA la resumía un directivo de la entidad de esta guisa: "sentimos orfandad". ¿Quién manda en el BBVA? Ni se sabe. Carlos Torres está cada vez más distanciado de su equipo y su consejero delegado, Onur Genç, está ausente, con las maletas preparadas, por si cae Erdogan en las inminentes elecciones turcas. A fin de cuentas, fue el tirano turco quien le colocó en el BBVA y sólo ha servido para que el banco posea, más que una filial, una sospecha permanente de estabilidad.
Por eso, se ha planteado, de nuevo, la Operación Caruana. En otras palabras, que Jaime Caruana, consejero de la entidad, antiguo gobernador del Banco de España, cuando salvó al BBVA de la acometida de Sacyr, y director del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) sustituya en la Presidencia a Carlos Torres. Ojo Caruana ya tiene un edad (71 años) y necesitaría un consejero delegado que, desde luego, no sería Onur Genç.
Jaime Caruana y José Miguel Andrés Torrecillas insisten en que se colabore con la justicia para evitar que la persona jurídica BBVA resulte imputada en el caso Villarejo
La otra salida para superar la parálisis de BBVA es la que propone el PNV: recuperar el BBVA para Euskadi, vía fusión con Kutxabank. ¿Es posible? Sí, siempre que los institucionales, con BlackRock al frente, lo acepten. Y no es fácil, porque, en principio suena raro que David se coma a Goliat. Pero recuerden que el PNV ya levantó la mano cuando se negociaba una fusión entre BBVA y Sabadell. Kutxabank se añadió con la petición de dos consejeros. Pues eso.