Decíamos hace un mes que mientras las pymes están con el Sabadell, los fondos permanecen pendientes de la cotización del BBVA, aunque en un principio están a favor de la OPA por aquello de que prefieren bancos grandes, ‘too big to fail’. Ya saben: burro grande, ande o no ande.
Pero eso es una cosa y otra bien distinta es hacer el primo. Dicho de otra manera, la evolución bursátil de ambas entidades está dejando sin argumentos a los fondos para seguir apoyando a Torres. Concretamente, desde que se destapó la operación, a finales de abril, el BBVA ha perdido un 18,3% de su valor, mientras el banco que preside Josep Oliu se ha revalorizado un 5,9%.
Así las cosas, la prima inicial del 30% ofrecida por el BBVA (una acción por cada 4,83 del Sabadell) se ha reducido drásticamente hasta el entorno del 5%, y lo más significativo, se ha reducido por la depreciación del comprador y no por la revalorización del comprado.
Por eso, ahora más que nunca, el mercado le reclama al BBVA una mejora de la oferta, al menos, con la inclusión de efectivo. El último en hacerlo ha sido Deutsche Bank, según recogió Expansión el pasado viernes. La entidad vasca, sin embargo, no ha dado ninguna señal al respecto, al menos, de momento.
En definitiva, los fondos accionistas del Sabadell -entre los que está BlackRock (6,6%), también presente en BBVA (5,9%)- se están quedando sin argumentos para acudir a la OPA hostil lanzada por Torres. Y si a eso sumamos la negativa del Gobierno Sánchez a la fusión, llegamos a la conclusión de que la operación se le está poniendo muy cuesta arriba al BBVA.