La inversión del BBVA en Turquía no está cuestionada en el banco, ni lo estará, a pesar de los repetidos disgustos que provocan las decisiones económicas de Erdogán y que han hundido a la lira turca hasta niveles nunca vistos. Da lo mismo, el BBVA está encantado allí. “Igual que México juega un papel clave para Estados Unidos, Turquía puede jugar ese papel de cara a Europa”, afirmó Carlos Torres este lunes, durante la inauguración del XXXIX Seminario ‘Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación’, organizado por la Apie y celebrado en la UIMP, en Santander.
En definitiva, Torres ve Turquía en el contexto del nuevo orden mundial, como el ‘hub’ manufacturero de Europa. El problema, nuevamente, es el presidente-dictador llamado Erdogan, pero eso a Torres no parece preocuparle en exceso.
Villarejo: la fase de instrucción de la pieza BBVA afronta su recta final, pero Torres no quiere ni hablar del tema. Preguntado sobre si el banco tomará medidas con los directivos que pasen a juicio oral como investigados, se limitó a recordar que el banco colabora con la justicia y que toda la información está en la web de la entidad. “No voy a hacer más comentarios”, concluyó.
Torres ha asumido, en parte, el discurso del Gobierno. Es de los que ve el vaso medio lleno -España crecerá por encima del 4% en 2022 y 2023-, pero omite que hemos caído más que nadie y que nos estamos recuperando más lentamente que los demás.
En cualquier caso, admitió que lo más probable es que la demanda de crédito se modere durante la segunda mitad del año, aunque la situación de las familias y las empresas es mejor que la de la crisis de 2008, principalmente porque no están tan endeudadas. Además, los vencimientos de los créditos ICO están evolucionando muy positivamente. Vamos, que apenas hay morosidad.
Para terminar, una frase: “Me aburren las fusiones, no en el sentido literal, sino estratégico”, sentenció.