Empieza el año con otro gran éxito del Gobierno: todos los becarios cotizarán a la Seguridad Social desde el 1 de enero de 2024. Es decir, todos los alumnos universitarios y de formación profesional que realicen prácticas formativas o prácticas académicas externas, ya sean remuneradas o no, cotizarán a la Seguridad Social. 

Y esto es una cosa bonísima porque los becarios, ojo al dato, cotizarán para su futura pensión, no para el desempleo, puesto que el tiempo trabajado en prácticas no servirá para poder pedir el paro o la prestación contributiva por desempleo ni para acceder a algún subsidio. 

Para entendernos, el becario seguirá trabajando sin cobrar (de ahí lo de prácticas no remuneradas), pero el Estado sí que se llevará su parte por el trabajo que está realizando otro.

Y como guinda del pastel, más trabas al empleo, porque si a la empresa que quiere contratar becarios, en principio para formarles, le pones más burocracia y papeleo, seguramente, termine prescindiendo de los becarios en su plantilla.