Berkeley Energía es una de las empresas que está en conflicto con Teresa Ribera y una de las que más ha celebrado el adelanto electoral al 23-J de Pedro Sánchez para que no le echaran del PSOE. Su cotización se disparó un 22% el pasado lunes, porque la nueva cita con las urnas puede suponer un cambio de Gobierno, vistos los resultados del 28-M, un aumento que este martes se ha visto corregido alrededor de un 5%, por lo que, desde el lunes, la cotización se ha disparado más de un 15%.
Recuerden que esta compañía minera australiana es dueña del proyecto de la mina de uranio en Retortillo (Salamanca) que paralizó la vicepresidenta ecológica debido a la aprobación de la Ley de cambio climático... y eso que en diciembre de 2020 le renovó la autorización para extraer uranio. Una paralización que ha llegado a los tribunales, cuando Berkeley denunció al Gobierno Sánchez al presentar un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional el pasado abril.
De cara a la nueva cita con las urnas, Vox sí apuesta por la soberanía energética, explotando los recursos naturales que tiene España.
Francisco Bellón, presidente de Berkeley Minera España (la filial de Berkeley en nuestro país), ha escrito hace una semana un artículo titulado ‘La incongruencia española en materia energética’ en Expansión, donde critica que España se muestre contraria a la energía nuclear y pide que se replantee su estrategia porque “España cuenta con las reservas de uranio más importantes de la Unión Europea, con capacidad para cubrir toda la demanda nacional y no depender de las importaciones procedentes de Rusia y de otros países cuya fiabilidad jurídica es cuestionable”. Además, subraya que “surge la pregunta de por qué motivo el Gobierno español pone limitaciones a una minería que puede garantizar el suministro de uranio que necesitamos”.