Lo que le ha sucedido a Berkshire Hathaway durante el tercer trimestre del año puede ser un anticipo de lo que pueden sufrir otras compañías durante lo que resta de ejercicio. Y es que el conglomerado del inversor Warren Buffett redujo el beneficio un 65% por la caída de sus inversiones bursátiles, afectadas por la incertidumbre ante la escasez de suministros y el alza de los precios.

La firma aprovechó la publicación de sus resultados -sábado 6- para advertir de las “actuales interrupciones en la cadena de suministros global”.

En cualquier caso, el ejercicio está siendo muy positivo para el grupo, que ganó 50.149 millones de dólares hasta septiembre, ocho veces más que en 2020, después de facturar un 13% más, hasta los 204.296 millones de dólares.

Buffett puede estar satisfecho, principalmente por las inversiones en energía y en servicios, dos de los sectores que más han contribuido para el crecimiento del grupo durante los nueve primeros meses del año.