El grupo BMW debe tomar nota de todo lo que hace su compatriota Volkswagen en España. Y es que mientras el primero sólo vende aquí sus coches de lujo (es dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce), el segundo no sólo vende (tiene muchas marcas, y no sólo de lujo -Porsche, Audi, Bugatti y Bentley-, también más asequibles -Volkswagen, Seat, Škoda, etc.-) en nuestro país, sino que también fabrica coches -en Martorell y en Pamplona-, y también hará baterías para coches eléctricos en Sagunto (un proyecto con el que el grupo Volkswagen y su filial española -Seat- movilizarán 10.000 millones de euros para electrificar España y en cuya reciente presentación ha estado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez).
Por tanto, estos dos grupos automovilísticos son alemanes, pero tienen un comportamiento y una apuesta por España bien distinta: el primero debería mejorar, mientras el segundo merece aplausos. Eso sí, ambos compatriotas han empezado con fuerza el año, a la vista de los resultados del primer trimestre. Y recuerden que BMW tuvo un gran 2021, pese a la crisis de chips, pero sigue sin fabricar en España.
El dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce ha logrado un beneficio neto de 10.185 millones de euros hasta marzo, lo que supone casi cuatro veces más que hace un año, mientras Volkswagen ha ganado 6.555 millones, el doble que en el mismo periodo de 2021. BMW, que no sólo vende coches sino también motos, ha tenido un resultado neto de explotación (Ebit) de 3.391 millones (+12,1%), superando con creces las previsiones de los analistas del Banco Sabadell (+3,4%) y también las del consenso de analistas (-0,6%), por la buena evolución de la división de coches, que supone el 74% de las ventas, y el mayor precio, a pesar de efectos contables negativos de la joint venture (proyecto conjunto) que tiene en China, según han destacado los analistas del Banco Sabadell. Eso sí, el margen Ebit ha descenendo en un 0,9%, hasta el 8,9%.
Su presidente, Oliver Zipse, subrayado “la fuerza y la resiliencia del grupo”, las cuales “son particularmente evidentes en este entorno desafiante”. Si tanto presume de fuerza podría apostar por fabricar en España
Los ingresos del grupo BMW han ascendido a 31.142 millones (+16,3%), a pesar de que las entregas de coches han bajado un 6,2%, a 596.907 unidades (las de BMW cayeron un7,3%, mientras las de Mini subieron un 1,1% y las de Rolls-Royce Motor Cars se incrementaron un 17,7%). Entre las ventas, destacan las de vehículos electrificados (100% eléctricos e híbridos enchufables), que han tenido un impulso del 27,7%, a 89.669 unidades, gracias a que las de eléctricos puros se ha duplicado, hasta 35.289. Y es que el grupo tiene la meta de superar más de 2 millones de vehículos eléctricos circulando en 2025, cuando contará con 15 modelos. Eso sí, la producción ha caído un 19%, a 541.776 unidades, en el primer trimestre… por lo que sigue notando la crisis de chips.
Tras los resultados del primer trimestre, el grupo BMW mantiene sus previsiones anuales, en las que se incluye el efecto que podría tener la guerra en Ucrania. Así, espera unas ventas similares a las de 2021(2,5 millones de unidades) y que el margen de la división de coches se sitúa en el rango de entre el 7% y el 9%. Su presidente, Oliver Zipse, ha subrayado “la fuerza y la resiliencia del grupo”, las cuales “son particularmente evidentes en este entorno desafiante: con un alto nivel de flexibilidad, excelencia operativa y el tremendo compromiso de nuestro equipo, estamos dirigiendo a la empresa hacia el éxito, hoy y en el futuro”. Eso sí, si tanto presume de fuerza podría apostar por fabricar en España y crear muchos más puestos de trabajo (y no sólo comerciales, como hasta ahora).