BMW ha disparado beneficio neto e ingresos, pero ha reducido beneficio operativo (Ebit) y ventas en los nueve primeros meses... Sin embargo, la bolsa no ha premiado estas cifras, sino que ha castigado la estimación de menores entregas para este año que en 2021: su cotización cae cerca de un 5%. Y por cierto, cuando presentó las cifras semestrales ya recibió castigo del mercado por las menores previsiones de ventas.
El grupo automovilístico alemán ha disparado su beneficio neto casi un 61% entre enero y septiembre, hasta 16.407 millones de euros, pero el Ebit ha descendido un 3,8%, a 10.499 millones. Por su parte, los ingresos han aumentado un 24,5%, a 103.088 millones, gracias a los mayores precios, porque las ventas de coches han bajado un 9,5%, a 1,74 millones de unidades, mientras las de motocicletas se han situado en 159.333 (+1,7%).
Sólo en el tercer trimestre, el dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce ha ganado 3.175 millones (+22,9%) y ha facturado 37.176 millones (+35,3%), con unas ventas de 587.744 coches (+0,9%) y 51.778 motos (+5,7%). Lo más positivo fue el aumento del Ebit en un 27,7%, a 3.682 millones, por encima de lo esperado por los analistas.
Oliver Zipse, presidente de BMW, ha destacado la mejora por la elevada demanda de modelos eléctricos: “Los productos convincentes son la mejor respuesta en un entrono complicado”. Y aunque el grupo ha confirmado las previsiones anuales de resultados, pese al deterioro de las condiciones macroeconómicas y la volátil situación geopolítica por la guerra en Ucrania, sí que espera menores ventas que en 2021. Y por cierto, BMW sigue sin fabricar coches en España, donde sólo le gusta venderlos y ganar dinero.