Si en el primer trimestre de 2022 fue la filial española la que vendió, en febrero de este 2023 ha sido Bank of the West, la filial en EEUU, la que le ha reportado unas plusvalías de 2.950 millones de euros, que han marcado la primera cuenta de resultados del ejercicio.

Porque el mayor banco francés ha aprovechado para mejorar considerablemente su ratio de capital CET1 hasta situarlo en el 13,6% frente al 12,3% anterior. Eso está muy bien, pero estamos en lo de siempre: por una parte, los extraordinarios sólo se contabilizan una vez y, por otra, su negocio ya no está en el perímetro del banco que, por cierto, continúa disminuyendo. Y es que el objetivo de la entidad es convertirse en referente mundial de banca de grandes patrimonios.

Mientras lo consigue (o no), el beneficio del primer trimestre del año se disparó hasta los 4.440 millones de euros, frente a los 1.840 millones de marzo de 2022, aunque los ingresos sólo aumentaron un 1,4%, hasta los 12.030 millones. Funcionaron bien los negocios de banca de inversión y minorista, mientras que el negocio de mercados globales redujo los ingresos un 1,8%.

El mercado ha acogido estos resultados con muy poco entusiasmo y al medio día de este miércoles la cotización subía un discreto 0,6%. En los que va de año, BNP Paribas se ha revalorizado un 4,3% en bolsa.