Boeing se puede seguir calificando como ‘El Pupas’. Y es que a los malos resultados en los nueve primeros meses (menos ingresos y el triple de pérdidas) por la huelga en EEUU... se suma la explosión de un satélite que tenía en órbita que daba servicio de comunicaciones a gobiernos y empresas de Europa, África y Asia-Pacífico, por lo que hará crecer la basura espacial... y hay riesgo de que los escombros impacten con otros equipos. No olviden que el negocio de satélites es difícil de rentabilizar y también está generando dificultades en Airbus, que tras provisiones y elevados gastos, ha anunciado despidos.
El fabricante aeronáutico estadounidense ha bajado sus ingresos un 8%, a 47.612 millones de euros). De estos, unos 16.792 millones corresponden a aviones comerciales, un 23% menos que hace un año, principalmente, por un descenso del 22% en las entregas, pasando de 371 unidades a 291; otros 17.170 millones (+2%) a la división de Defensa, Espacio y Seguridad; y otros 13.764 millones (+4%) a Servicios Globales.
Boeing casi ha triplicado sus pérdidas netas, que han alcanzando los 7.398 millones, frente a los números rojos de 2.053 millones que tuvo hace un año. En esto ha influido el impacto de la huelga de 33.000 trabajadores en Seattle (EEUU) -que ya dura mes y medio-, otro problema que se ha sumado a la lista dentro de la fuerte crisis que afronta por problemas relacionados con la seguridad y los materiales de sus aviones. Una crisis que le ha llevado a recortar el 10% de la plantilla, lo que supone 17.000 despidos, así como a retrasar la primera entrega del avión 777X para el año 2026.
El flujo de caja operativo ha registrado un resultado negativo de 8.013 millones, debido a las menores entregas de aviones comerciales (donde ahora Airbus va ganando) y al impacto de la huelga en Seattle. Asimismo, la deuda continúa siendo elevada: 53.582 millones.
En bolsa, el fabricante aeronáutico estadounidense tampoco despega, pues acumula una depreciación del 54% en el último lustro y del 38% en lo que va de año. Es más, los últimos resultados tampoco han recibido aplausos de los inversores, pues la cotización baja un 2,9%. Todo ello el mismo día que los empleados de Seattle votan el preacuerdo de subida salarial del 35% repartido en cuatro años, que también recoge una bonificación anual garantizada del 4% y una bonificación adicional de 6.449 euros. Recuerden que en un primer momento, Boeing ofreció un alza salarial del 25%, e incluso del 30%, pero al final limitó la oferta al 20%... mientras reclamaban una del 40%. Veremos qué votan ahora los trabajadores.
Su presidente y CEO, “Kelly” Ortberg, ha reconocido que “llevará tiempo devolver a Boeing su antiguo legado”. Desde el pasado 8 de agosto decidió ponerse a los mandos de tan difícil vuelo, tras haber dejado el ‘retiro’ del que disfrutaba desde que le prejubilaron en su anterior empleo en 2021. Eso sí, considera que con el enfoque y la cultura adecuados, puede volver a ser “una empresa emblemática y un líder aeroespacial”, y ha añadido que “de cara al futuro, nos centraremos en cambiar fundamentalmente la cultura, estabilizar el negocio y mejorar la ejecución de los programas“.