Boeing no ha salido de pérdidas en 2021, pero las ha reducido un 66,5%, hasta 3.798 millones de euros. Todo ello, a pesar de que ha logrado mayores ingresos, menor deuda y victoria en pedidos frente a Airbus, que le ha ganado en entregas por tercer año consecutivo.
El fabricante aeronáutico estadounidense ha pasado de perder 9.800 millones en 2020 a 3.798 millones en 2021, y las pérdidas operativas han caído un 77%, a 2.569 millones. La facturación ha aumentado un 7%, a 55.148 millones, mientras los costes han bajado en el mismo porcentaje, a 52.477 millones.
Registra el primer flujo de efectivo positivo desde 2019 (el cual ha sido de 437 millones) gracias a la vuelta a los cielos del avión 737 Max
Parece que para Boeing 2021 sí ha sido “un punto de inflexión”, tal y como veía su presidente y CEO, David Calhoun, el pasado abril. Y no sólo por la reducción de pérdidas, los mayores ingresos y pedidos, sino porque la deuda ha descendido hasta 51.445 millones y ha registrado el primer flujo de efectivo positivo desde 2019 (el cual ha sido de 437 millones) gracias a la vuelta a los cielos del avión 737 Max.
Boeing ha empezado a salir de la doble crisis que ha sufrido en los últimos años (la del 737 Max y el Covid) y ya no tiene problemas con el modelo 777, como el pasado febrero, pero ojo, porque ahora tiene problemas en el modelo 787, que han lastrado el cuarto trimestre y el conjunto de 2021: tuvo unas pérdidas de 3.687 millones, aunque fueron la mitad que en el mismo periodo del año anterior, y es que en los nueve primeros meses los números rojos fueron sólo de 108,4 millones. Cerró 2021 con una cartera de pedidos por valor de 333.820 millones, pero no comunicó previsiones para este año y la bolsa lo ha castigado: la cotización ha caído un 5% el pasado miércoles. Eso sí, no hay que olvidar que su gran rival, Airbus, ahora tiene un lío judicial con la aerolínea Qatar Airways por problemas en el A350.