Boeing no ha recibido premio en bolsa, pues el pasado miércoles su cotización bajó un 1,5%. Y todo ello, a pesar de que ha reducido pérdidas un 96,4%, a 108,4 millones, y de que ha aumentado los ingresos un 11%, hasta 40.893 millones, en los nueve primeros meses del año.
El fabricante aeronáutico estadounidense se ha beneficiado del aumento de entregas del 737 Max (ya lleva más de 195) y también de la devolución al servicio de más de 200 aviones que la crisis del Covid detuvo en tierra. El segmento de aviones comerciales ha aportado 12.700 millones de ingresos (+29%) por las mayores entregas (+146%); el de Defensa, Espacio y Seguridad, 17.813 millones (+6%); y servicios globales, 10.368 millones (-2%).
El presidente y CEO de Boeing, David Calhoun, ha señalado que están impulsado la estabilidad en todas sus operaciones, que la demanda del mercado comercial sigue ganando “tracción” y que la cartera del grupo está bien posicionada. Eso sí, no ha tenido beneficio como en el primer semestre, cuando ganó 5,09 millones; y el flujo de caja operativo ha sido negativo de -3.557 millones, frente al positivo de 17.222 millones que tenía al inicio del año, por el pago de deuda que vencía y salidas de efectivo operativas. Por su parte, la deuda consolidada se ha situado en 53.735 millones.