José Bogas, Ceo de Endesa, ha aplaudido la completa descarbonización a 2040 (que se resume en abandonar el carbón y decir adiós al gas) como “nuevo hito clave”, en base, principalmente, a una “sólida cartera de proyectos renovables”, en un audio. Asimismo, le gusta la actualización del plan estratégico y la renovada visión a 2030 por orden de Enel, energética italiana que controla el 70% de Endesa y está participada por el Estado italiano en un 23,6%.
En el citado audio, Bogas ha manifestado que la compañía que dirige “quiere mantener su liderazgo en el mercado ibérico sobre la base de unos activos de primer nivel” (entre los que no estarán los 3.824 megavatios de gas natural en ciclos combinados en España y Portugal… ¡en 2040!) y “una exitosa gestión como empresa verticalmente integrada”. Respecto al adiós al gas, la gran novedad de adelantar la completa descarbonización, conviene recordar lo mucho que Bogas ha culpado al gas de la escalada del precio de la luz, pero sorprende que se anuncie un mes después de que recomendara públicamente a la industria contratos a largo plazo y sobre todo, hay que tener en cuenta que las industrias electrointensivas necesitan un suministro fiable (por eso suelen recurrir al gas). Además, ha destacado la apuesta por la electrificación de los consumos y la generación de valor para los clientes y la compañía (o sea, sobre todo para Enel).
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De hecho, Endesa sube en bolsa un 3,51% tras anunciar el dividendo a cuenta de 2021 (0,50 euros brutos por acción) y que mantendrá un pay out del 70% hasta 2024, y no hasta 2023 como señaló hace un año, repartiendo un total de 5.350 millones de euros entre sus accionistas. Asimismo, en el plan estratégico 2022-2024, la energética ha elevado sus previsiones de beneficio ordinario neto, que pasará de los 1.700 millones que estiman para este año a 2.000 millones (+18%) en 2024, y de Ebitda, que ascenderá de 4.000 millones a 4.700 millones, pero en donde las renovables sólo aportaran 800 millones entre 2022 y 2024, pese al fuerte incremento de las inversiones que se hará en estas energías. Eso sí, al menos, la deuda neta no se disparará, pues pasará de 9.500 millones a 10.700, y si se tiene en cuenta el cash y equivalentes, subirá de 10.900 millones a 11.200.
Eleva sus previsiones de beneficio ordinario neto, que pasará de los 1.700 millones que estiman para este año a 2.000 millones (+18%) en 2024, y de Ebitda, que ascenderá de 4.000 millones a 4.700 millones. Y la deuda neta no se disparará
Vayamos a las inversiones del nuevo plan estratégico, que serán de 7.500 millones, un 5% menores a los 7.900 millones anunciados hace un año. En concreto, 3.100 millones irán a renovables, con el objetivo de alcanzar los 12.300 megavatios (MW), un 48% más frente a los 8.300 MW de 2021, y de la nueva potencia el 90% será energía solar; 700 millones a clientes, buscando crecer de 5,6 millones de clientes en el mercado liberalizado a 5,8 (+4%); 2.900 millones de euros (+12%) a distribución, sobre todo para impulsar la digitalización de la red; y 800 millones a generación convencional (carbón y gas). Además, entre las partidas anteriores, hay 220 millones para Endesa X, la compañía de electrificación de los usos energéticos, de los que 100 millones se prevén para alcanzar más de 46.000 puntos de recarga de coche eléctrico y 125 de autobuses eléctricos. Eso sí, de cara a 2030, Endesa prevé pisar el acelerador en inversiones alcanzando los 31.000 millones (+22%), de los que 12.000 se irán a renovables y otros 12.000 a digitalización de la red, con la mira puesta en alcanzar los 240.000 MW de nueva potencia renovable, unos 6,9 millones de clientes y 400.000 puntos de recarga para coche eléctrico.
La energética estima que las medidas regulatorias y fiscales del Gobierno para afrontar la subida del precio de la luz tendrán un impacto de unos 1.000 millones
En la conferencia con analistas, Bogas no descarta adquisiciones para crecer en renovables, redes y clientes, pues Endesa “siempre está buscando oportunidades relacionadas con su negocio principal”, aunque en el plan estratégico no se incluye ninguna potencial operación. Asimismo, la energética ha estimado que las medidas regulatorias y fiscales del Gobierno para afrontar la subida del precio de la luz tendrán un impacto de unos 1.000 millones, aunque aún está pendiente de una posible revisión los próximos meses, por lo que la deuda neta de este año podría situarse en 10.500 millones. Además, prevé que la luz se sitúe en unos 83 euros por megavatio hora (MWh) y que baje a los 69 en 2023 y 2024. Veremos.
Paralelamente, Endesa ha creado una alianza con Cepsa y el grupo Industrias Químicas del Ebro (IQE) para impulsar un proyecto de hidrógeno verde en Andalucía, vinculado, eso sí, a recibir fondos europeos para su desarrollo. El objetivo es que Cepsa pueda suministrar hidrógeno verde a sus refinerías y petroquímicas de Huelva y Algeciras, sustituyendo su actual consumo de gas natural. Eso sí, de las centrales nucleares no se ha hablado, aunque el pasado enero Bogas defendió la necesidad de esta tecnología y criticó su excesiva carga fiscal, y en febrero de 2020 dudó de que se pudieran cerrar las de Ascó y Vandellós y llegó a mostrase dispuesto a alargar la vida útil de las centrales más allá de 2035.