Este jueves, Endesa recibe castigo bursátil, siendo la compañía del Ibex con mayor caída (-2,61%, sólo por detrás de IAG). Así han reaccionado los inversores al ajuste de dividendo por culpa de un laudo desfavorable que se conoció hace unos días y a la revisión de previsiones para este año, tras anunciarse su plan estratégico 2024-2026 en su Día del Inversor.

La energética seguirá estando controlada en un 70,1% por la italiana Enel, pues el CEO de esta última y vicepresidente de Endesa, Flavio Cattaneo, insiste en mantener dicha participación y a José Bogas como primer ejecutivo. Una participación que genera a Enel jugosos dividendos, aunque estos han sufrido algunos ajustes por culpa de un laudo desfavorable que obliga a pagar unos 530 millones de euros a QatarEnergy y que Endesa se va a recurrir. Esta cifra no es baladí, porque supone algo más de la mitad del beneficio neto obtenido en los nueve primeros meses de este año, el cual fue de 1.059 millones, un 36% menor al del mismo periodo de 2022).

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Si en el plan estratégico 2023-2025 presentado hace un año y que también tuvo castigo bursátil, Endesa preveía abonar un dividendo de 1,2 euros en 2024, ahora ha rebajado la expectativa a un suelo mínimo de 1 euro por acción, y estima que llegará a 1,1 euros en 2024 y a 1,5 euros en 2026. Eso sí, el pay out se mantendrá en el 70%. Asimismo, se han rebajado los pronósticos de cifras para este año en 500 millones para el resultado bruto de explotación (ebitda) y en 300 millones en el resultado ordinario neto, aunque espera mayores números para el último año del plan (2026): en concreto, entre 5.600 y 5.900 millones de ebitda, entre 2.200 y 2.300 millones de resultado ordinario neto. Además, prevé reducir la deuda neta un 15% frente a la estimada para final de este año (10.000-11.000 millones), a 8.000-9.000 millones, y situar el ratio de deuda neta sobre ebitda en 1,4 veces.

Por su parte, Endesa prevé unas inversiones de 8.900 millones para el periodo, algo superiores a las del anterior plan. De estas, el mayor montante (4.300 millones) se destinará a renovables, una diferencia respecto a Enel que invertirá la mayor cifra en redes, en concreto, para crecer en eólica y alcanzar los 13.900 megavatios (MW) de capacidad renovable con Andorra, Pego y Galicia como proyectos estrella. Asimismo, Endesa ha aumentado ligeramente la inversión prevista en clientes, a 900 millones; y también la destinada a redes, hasta 2.800 millones. Es más, destaca que “encara el contexto de inflación y mayores costes financieros con una redefinición de sus prioridades: la inversión en redes se vincula a los nuevos parámetros regulatorios, y contará con socios para desarrollar los proyectos renovables” (de hecho, el pasado septiembre ha puesto a la venta una participación minoritaria en una cartera de 2.000 MW renovables, valorada en unos 2.000 millones, un movimiento que también están llevando a cabo Iberdrola y Repsol).

Bogas señalado que será necesario duplicar la inversión prevista en redes en el PNIEC si se quieren alcanzar los objetivos... y para ello será necesario un modelo de remuneración “justo, predecible e incentivador”

 

 

 

En la conferencia con analistas, junto al director financiero, el italiano Marco Palermo, el CEO, el español José Bogas, ha señalado que será necesario duplicar la inversión prevista en redes en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) si se quieren alcanzar los objetivos. Asimismo, ha referido que para ello será necesario un modelo de remuneración “justo, predecible e incentivador”. Es más, ha subrayado que “Endesa invierte en un plan que está alineado con el Gobierno, para ello se necesita dinero y no impuestos”, en alusión al impuestazo energético que ha lastrado sus resultados al suponer un impacto de más de 200 millones este año, aunque cree que no se prorrogará más allá de 2024... y eso que se incluía en el acuerdo entre PSOE y Sumar.

Por cierto, este jueves ha tenido lugar una huelga en As Pontes para protestar por el cierre de la planta de carbón que autorizó el anterior Gobierno Sánchez por los posibles perjuicios al tejido industrial y social de la zona. Eso sí, se ha llegado a un preacuerdo entre Endesa, la Xunta de Galicia y los sindicatos para recolocar a los trabajadores auxiliares de dicha central.